El cáncer infantil sigue siendo un enemigo formidable, arrebatando la vida a miles de niños cada año. En México, cerca de 2 mil niños mueren anualmente a causa de esta enfermedad, lo que equivale a un fallecimiento cada cuatro horas. La detección tardía o la suspensión del tratamiento pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
A diferencia del cáncer en adultos, el cáncer infantil no es prevenible. “Es la segunda causa de muerte en niños mayores de un año y la primera en el grupo de cinco a 14 años”, mencionó la Dra. Eréndira Vicencio Rosas, responsable del Programa de Atención Paliativa del ISSSTE.
La tasa de mortalidad por cáncer infantil en México oscila entre el 4 y el 5 por ciento por cada 100 mil habitantes, y aumenta con la edad debido al abandono del tratamiento por parte de algunos adolescentes.
Tipos de cáncer más comunes en la infancia
Los tumores más frecuentes en niños mexicanos son aquellos que derivan de los tejidos linfoides, hematopoyéticos y tejidos relacionados, con un porcentaje que puede llegar hasta el 73 por ciento. La leucemia encabeza la lista con un 62 por ciento, seguida por tumores del sistema nervioso central, hueso o cartílago, tejido conectivo y blando, y órganos digestivos.
La detección temprana: una cuestión de vida o muerte
“El 70 por ciento de los diagnósticos de cáncer infantil en México se realizan en etapas avanzadas”, advirtió la Dra. Karina Zamarripa Martínez, oncóloga pediatra del Hospital de Alta Especialidad del Bajío. “La detección oportuna es crucial para mejorar la sobrevivencia de los pacientes”.
Cada año se registran 300 mil nuevos casos de cáncer en menores de 18 años a nivel mundial, según la OMS. En México , la cifra anual se ubica entre 5 mil y 6 mil nuevos casos, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
En países con ingresos altos, la tasa de supervivencia de los pacientes con cáncer infantil alcanza el 80 por ciento. Sin embargo, en naciones con ingresos medios y bajos como México, esta cifra se reduce a un 57 por ciento.
El Día Internacional contra el Cáncer Infantil, que se conmemora cada 15 de febrero, es un momento para reflexionar sobre la necesidad de aunar esfuerzos para combatir esta enfermedad.
Es vital aumentar la concientización sobre el cáncer infantil, promover la detección temprana y garantizar que todos los niños tengan acceso a un tratamiento oportuno y de calidad. Solo así podremos reducir la mortalidad por esta enfermedad y darle a los niños la oportunidad de luchar por una vida plena.
