Los desplazados climáticos: El mar se está comiendo a Tabasco
La subida de los niveles del mar ha dejado en Tabasco a sus primeros desplazados por el cambio climático; se estima que en unos años sean 76 mil.
Hay un tipo de migración a la que llaman la migración silenciosa. Son todas aquellas que se han visto obligadas a abandonar sus casas por fenómenos naturales y que hoy conocemos como desplazados climáticos.
La comunidad de El Bosque, en el municipio de Centla, en Tabasco, es el ejemplo perfecto del cambio climático. Al menos cincuenta familias han sido reubicadas, porque el mar se tragó sus casas. Otras trece familias resistirán hasta el último.
“Creo que es el último clavo del ataúd, estamos viviendo los últimos capítulos en El Bosque porque la verdad es espantoso lo que se vivió este año y no creo que en este 2024 ni siquiera podamos soportar un norte, ni siquiera una tormenta o un huracán, este qué acaba de pasar hubo marejada y se acercó aún más”, dijo Guadalupe Cobos, desplazada climática.
De ahí caminaba uno y estaba el kínder, uno caminaba para allá y había una calle y llegabas a la otra esquina donde estaba la otra hileras de casas.
-¿Ésta es su tercera casa?, se le pregunta.
-Sí, ésta es mi tercera casa, perdí la casa qué heredé de mi mamá. Se fue en el 2021 y en el 2022 me fui a una casa prestada y también se la llevó, contesta Viviana.
La imagen aérea ayuda a explicar la erosión que ha provocado el aumento de los niveles del mar. La sociedad geológica mexicana estima que el Golfo de México ha devorado la mitad de la superficie de la barra de El Bosque en un lapso de ocho años. El Bosque es la punta del iceberg. El mar se está comiendo a Tabasco.
Otras comunidades tragadas por el mar
A 118 kilómetros de El Bosque se ubica la Barra de Tupilco. Aquí, el viejo faro, que debía guiar a los navíos por las noches se vino abajo.
No es que la gente haya invadido la zona. No, la playa que pertenecía al mar, el mar realmente ha ido creciendo y va cambiando. Le voy a mostrar estas palmeras. Sus raíces han quedado expuestas, el mar se ha ido llevando.
El camino de la costa de Tabasco está hecho pedazos. Siete tramos de carretera han desaparecido. Así que para avanzar hay que pagar peaje. Diez pesos por cada predio privado que uno cruce.
El Alacrán es una de las playas más devastadas por el aumento del mar. Los científicos calculan que el Golfo de México ha tardado solo ocho años en devorarse 127 metros de tierra entre playa, pastizales y manglares.
Nada detiene el avance del mar en Tabasco
Santos Magallanes promete repetir la extinción de El Bosque, por más que colocan costales para evitar las olas, el mar avanza cinco metros por año.
“De hecho ya tiene tiempo la casa se había querido derribar, como pueden ver ahí con mi suegro, hicimos unas protecciones”, explicó Rosaura Sánchez, una mujer a la que el mar se comió su casa.
De pie han quedado unos cilindros de El Bloque. Eran los pozos de agua de las casas. Tienen unos cinco metros de profundidad. La arena que los cubría se las llevó el mar.
Ya no se sabe qué da más pena: la cantidad de gente que ha perdido sus casas o la cantidad de basura que está en la playa y con las lluvias se irán al mar.
“No recordaba que yo tenía el Golfo de México aquí”
La erosión de la costa, la subida de los niveles del mar, ha dejado en Tabasco sus primeros desplazados por el cambio climático . De hecho, se estima que unas 76 mil personas habitan zonas que serán devoradas por el mar en los próximos años.
“Yo siempre decía, cuando escuchaba del cambio climático o escuchaba yo que el calentamiento global, yo decía: ‘ah que se cuiden los que viven en la Ciudad de México, tanto humo se van a ahogar’, pero no me acordaba que yo tenía el Golfo de México aquí. Eso nunca lo previno la comunidad, nunca lo previó, si no, nosotros no hubiéramos construido en este lugar jamás”, sentenció un habitante.