Las lluvias que cayeron durante las últimas semanas en el desierto del Sahara, en África, han causado inundaciones que no habían ocurrido en al menos cinco décadas.
Aunque no es extraño que lluvia en dicha región desértica, usualmente suelen ser algunos pocos centímetros cada año y pocas oraciones al final del verano.
No obstante, durante dos días en septiembre de 2024, las intensas lluvias en el desierto del sureste de Marruecos cayó debido a un sistema de baja presión que avanzó al noroeste del Sahara.
FOTOS: Así se ve de inundado el desierto del Sahara
Imágenes captadas por satélites de la NASA revelaron que cayeron casi 20 centímetros de lluvia en algunas partes de la zona. Estas fotos usan colores falsos con el fin de resaltar el agua que inundó ciertas áreas. En esas imágenes, es posible apreciar lagos recién formados en franjas del noroeste del Sahara.
Además, por ejemplo, en la ciudad de Errachidia, al sureste de Marruecos, reportó casi 7.6 centímetros de lluvia en septiembre de 2024, la mayor parte cayó sólo en dos días.
Esta cantidad de precipitación es el equivalente a cuatro veces la lluvia normal para todo el mes de septiembre y la que cae en medio año en dicha zona.
Houssine Youabeb, de la agencia meteorológica de Marruecos, señaló que “hacía entre 30 y 50 años que no tuvimos tanta lluvia en tan poco tiempo”.
Sahara desert witnesses first floods in 50 years
— Ravi Chaturvedi (@Ravi4Bharat) October 12, 2024
A rare deluge of rainfall left blue lagoons of water amid the palm trees and sand dunes of the Sahara desert, nourishing some of its driest regions with more water than they had seen in decades. pic.twitter.com/rqI3oSLHrd
¿Por qué llovió tanto en el Sahara?
El intenso calor sobre el Sahara y otros factores empujaron el cinturón monzónico más al norte de lo habitual, causando lluvias torrenciales en zonas desérticas habitualmente áridas, dijo Wassila Thiaw, subdirectora del Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
La temporada fue más seca de lo habitual en Senegal, gran parte de Burkina Faso y otros lugares, pero los meses de julio a septiembre estuvieron entre los cinco más lluviosos registrados en los últimos 30 años en gran parte de Níger, Chad y partes del oeste de Malí. Algunas áreas del oeste de Níger y Malí, y la frontera entre Níger y Nigeria, registraron más precipitaciones que en la calamitosa temporada de 2022, dijo Thiaw.
Con información de CNN y Reuters.