Descubriendo el legado sefardita en los Altos de Jalisco: una historia oculta
Los sefarditas luchabanpor invisibilizar su origen, pero a pesar de ello, la huella de su legado permanece en la cultura, las tradiciones y el ADN.
En los verdes campos y antiguos pueblos de los Altos de Jalisco, México, se oculta una historia fascinante que ha permanecido en las sombras durante siglos. Investigaciones recientes han revelado que una comunidad de judíos sefarditas, forzados a huir de la persecución en la Península Ibérica, podrían haber encontrado refugio en esta región mexicana , donde muchos habitantes hablan de este linaje con orgullo.
El origen de los judíos alteños
Desde los años setenta, investigadores como el doctor Salvador Gutiérrez, oriundo de Jalostotitlán, han dedicado más de tres décadas a analizar documentos y averiguar sobre el origen y destino de la histórica sociedad alteña. La curiosidad de Gutiérrez surgió cuando le fue revelado su propio origen, al conversar con el Dr. Guillermo Porras Muñoz, miembro de la Sociedad Mexicana de la Historia, quien le dijo: “Oye, ¿sí sabes que tus antepasados alteños eran judíos?”
A finales del siglo XV, los sefarditas se vieron obligados a abandonar España y Portugal, enfrentando un destino incierto. Investigadores advierten que estos grupos llegaron a la zona de los Altos de Jalisco en busca de refugio. Según los expertos, los sefarditas españoles salían huyendo de los puertos de Laredo o Bilbao, cruzaban el Atlántico y llegaban a Veracruz. Desde allí, se dirigían a la Ciudad de México y, siguiendo la Ruta de la Plata, llegaban a Lagos de Moreno, desde donde se dispersaban por lo que hoy es la región de Los Altos de Jalisco.
Una zona remota y árida
Se advierte que esta zona era árida y de tierras pobres, pero fue escogida por los sefarditas porque en ese entonces era remota y ellos tenían que esconderse. Al visitar algunos municipios de Los Altos de Jalisco, como San Miguel el Alto, Jalostotitlán y Tepatitlán, entre otros, se pudo conversar con algunos de sus habitantes, cronistas e investigadores, quienes coinciden en que, durante la diáspora realizada por los Reyes Católicos en 1492, estos grupos fueron conglomerados en diversas regiones del mundo, incluyendo la zona de Los Altos, donde varias de las familias de españoles que llegaron tenían este origen de apellidos judíos o sefarditas.
Los sefarditas luchaban incansablemente por invisibilizar su origen, pero a pesar de ello, la huella de su legado permanece en la cultura, las tradiciones y el ADN de los habitantes de los Altos de Jalisco. Esta fascinante historia, que ha estado en las sombras durante siglos, emerge ahora a la luz, revelando una parte importante de la identidad y el pasado de esta región mexicana.