En medio de la guerra criminal en Sinaloa, padres de familia pidieron responsabilidad y sensatez a las autoridades. Exigen que las clases sean formalmente suspendidas hasta que regrese la paz. No a las clases presenciales en Culiacán, ese fue el reclamo que prevaleció este miércoles en la capital sinaloense. Ya lo habían dicho madres y padres de familia: “mejor reprobados que muertos”.
“Queremos que se garantice la seguridad de nuestros hijos ante los hechos de violencia que se han suscitado. Yo tengo miedo por la integridad de mi hijo y no solo la de mi hijo, la de los demás niños”, dijo Giovanna Moraila, madre de familia.
Explosión de llanta desata pánico en escuela
El enojo se disparó el martes cuando estudiantes y profesores de la primaria “Luis Donaldo Colosio” tuvieron que refugiarse por el estallido de una llanta afuera del plantel, debido a un ponchallantas. Pensaron que eran balazos y lo reportaron a la policía, pero la ayuda, afirman, tardó mucho en llegar.
“Entonces pasó un tiempo, hice un segundo reporte, no llegaban. En ese momento ya les pedí a las maestras que les avisaran a las madres y padres de familia de los alumnos que estaban aquí", señaló Rosalba Ramos, directora de la escuela primaria.
Continúa el ausentismo en escuelas de Culiacán
La rebelión es contra la Secretaría de Educación Pública y Cultura de Sinaloa que, insiste, hay condiciones para que los menores de edad acudan a las escuelas en Culiacán y municipios conurbados, decisión que prevalece a pesar de la violencia y el marcado ausentismo que esta provoca.
“Soy madre de familia soltera, trabajo para ellos, estoy en el trabajo y estoy con el pendiente, si están en mi casa imagínese, ahora si están en la escuela”, declaró Ericka Ibarra, quien se unió a las protestas de otros padres frente a una escuela de Culiacán.
Por su parte, Germán Rodríguez, director de un plantel,