El fenómeno de El Niño tiene un impacto significativo en el clima de México , provocando un aumento en la precipitación durante el invierno y una escasez de lluvia en verano. La presencia de El Niño en el territorio mexicano está estrechamente relacionada con la disponibilidad de agua.
La falta de lluvia en ciertos años es una señal evidente de un Niño fuerte, y los costos de la sequía son los más afectados en México, especialmente en la producción de granos básicos en algunas regiones. Esto se agrava por las condiciones extremas de relieve y altitud en el país.
¿Cuándo empieza el fenómeno “El Niño” y cómo afectaría?
Se espera que el episodio de El Niño continúe durante los próximos meses, con un 73% de probabilidad de que regrese a condiciones de ENOS neutral durante el período de abril a junio de 2024, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) .
Más del 60% del territorio mexicano se considera árido o semiárido, lo que significa que la mayor parte del escurrimiento de agua se produce en solo el 20% del territorio, principalmente en el centro y sur de México. En contraste, el norte del país, que representa el 34% del territorio, tiene un escurrimiento de agua que solo alcanza el 2% del total nacional.
¿Qué sucede durante “El Niño”?
En términos generales, durante los años de El Niño, las lluvias de invierno se intensifican en el noroeste y noreste de México, mientras que disminuyen en la parte sur del país. Además, los inviernos con El Niño son más fríos en casi todo México, mientras que los veranos son más secos y cálidos en comparación con los años de La Niña.
En años normales, el clima mexicano en invierno es influenciado por frentes fríos y lluvias invernales, especialmente en las regiones de Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas. Algunos de estos sistemas de latitudes medias pueden llegar a latitudes bajas, convirtiéndose en “nortes” que afectan la vertiente del Golfo de México, la península de Yucatán y partes de Centroamérica y el Caribe.
El impacto de El Niño en las lluvias de invierno de México varía en cada región y en diferentes años. Por ejemplo, en ciertas regiones de Veracruz, Tabasco y Yucatán, el impacto de El Niño en el clima invernal se relaciona con la actividad de los “nortes”, cuyo número e intensidad pueden cambiar debido a la circulación atmosférica. Estos “nortes” se identifican por un descenso brusco de la temperatura superficial, cambios en la dirección del viento y precipitaciones.
Podrían romperse los récords de temperaturas globales
Aunque aún no se ha establecido completamente, se espera que el fenómeno de El Niño se fortalezca en los próximos meses , según la OMM. Esto podría tener un impacto significativo en el clima global, con un aumento en el calentamiento global y una alta probabilidad de que se rompan récords de temperaturas globales.
Para comprender mejor este fenómeno y sus efectos, Alejandro Jaramillo Moreno, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM , explica que El Niño es un evento oceánico-atmosférico que ocurre cuando las aguas del océano Pacífico Tropical Central y Oriental se calientan por encima de la media. Este fenómeno se presenta cada dos a siete años y puede durar entre nueve y doce meses, variando en intensidad de un ciclo a otro.
A medida que avanzamos hacia el futuro, es importante estar preparados para los posibles efectos de El Niño en el clima de México y en el mundo. La monitorización y el estudio de este fenómeno son fundamentales para comprender mejor su comportamiento y tomar medidas adecuadas para mitigar sus impactos.