5 pueblos mágicos imperdibles para recorrer en Nuevo León

Las vacaciones o los famosos ‘puentes’ son el pretexto perfecto para visitar los pueblos mágicos de Nuevo León, una región conocida por su vocación industrial, pero en la que también destacan paisajes exuberantes, bosques, ríos y hasta cascadas.

Esta experiencia no podría estar completa sin degustar la gastronomía local que refleja los sabores del norte de México. Por esta razón, si los turistas buscan sitios religiosos, de naturaleza o negocios, por conocer en Nuevo León y sus pueblos mágicos podrían tener la respuesta.

Nuevo León es un estado que representa, según el gobierno de México, apenas el 3.27% del territorio nacional. Conformado por 51 municipios, sólo cinco de ellos cuentan con el distintivo de pueblos mágicos que otorga la Secretaría de Turismo (Sectur) desde hace más de una década.

Actualmente, Monterrey, Guadalupe, Apodaca, San Nicolás de los Garza y General Escobedo se ubican como las zonas con mayor población en Nuevo León, pero curiosamente ninguno de ellos alcanza la categoría del programa federal.

Los cinco municipios considerados como pueblos mágicos de Nuevo León, así como sus atractivos principales según el gobierno del estado, son los siguientes:

• General Zaragoza: Su oferta es tan amplia como la exuberancia de sus bosques, ríos y cascadas. Para muchos, el lugar ideal para los amantes de la naturaleza.
• General Terán: Entre los atractivos del lugar nombrado en honor del General Manuel Mier y Terán, héroe de la Independencia, se ubican la presa Los Mimbres, la parroquia Nuestra Señora de la Soledad de la Mota y el Parque Recreativo El Sabino Gordo.
• Santiago: El ecoturismo engalana esta región con los puentes colgantes, las cascadas de Chipitín, Matacanes, la Casa de la Cultura, entre otros.
• Bustamante: Conocido por sus árboles, antiguas casonas y paisajes naturales, como las grutas de Bustamante y el cañón Ojo de Agua.
• Linares: Destaca por su acueducto colonial, la presa Cerro Prieto, los baños de San Ignacio, el museo de Linares y sus dulces típicos.

De acuerdo con la Sectur, en general, un pueblo mágico como los que existen en Nuevo León, son localidades que se caracterizan y reciben este incentivo por representar “alternativas frescas y diferentes” para los visitantes nacionales y extranjeros.

“Un pueblo mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin magia que te emanan en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico”, concluye la dependencia.