Desde hace más de un año, familias de la Unidad Habitacional Independencia, en la alcaldía Magdalena Contreras, enfrentan una crisis sanitaria severa: el agua que sale de sus llaves está contaminada con aguas negras. Este problema, lejos de resolverse, se ha agravado ante la falta de respuesta de las autoridades locales.
“Al abrir la llave para bañarme, al salir el vapor del agua se empieza a sentir un olor a heces fecales”, relata Laura, una de las vecinas afectadas, quien ha desarrollado marcas visibles en la piel tras bañarse diariamente con agua contaminada.
Hay al menos 70 familias afectadas en la Unidad Habitacional Independencia
Como Laura, al menos 70 familias más viven la misma situación. Miguel, otro vecino afectado, explica: “Tenemos un problema de salud porque tenemos una válvula de agua potable inundada de aguas negras”. Esta mezcla peligrosa no solo afecta la higiene personal, sino que también implica riesgos al lavar el rostro, los dientes, los trastes y la ropa con agua sucia. Los síntomas reportados incluyen infecciones estomacales, mareos y vómitos.
El origen del problema parece estar en la fractura de registros y tuberías que colindan el agua potable con el drenaje de aguas negras. Miguel agrega: “Necesitamos que vengan a un desazolve general y que destapen ese registro, y que se vea si no está fracturado porque colinda el agua potable con el registro de aguas negras y posiblemente estén fracturadas las paredes”.
¿Cuáles son los riesgos a causa de la contaminación del agua potable con aguas negras?
La exposición constante a aguas residuales implica riesgos epidemiológicos importantes. Las aguas negras pueden contener bacterias, virus y parásitos capaces de provocar enfermedades entéricas, infecciones cutáneas y problemas gastrointestinales.
Además, la situación se agrava por la posibilidad de que esta agua contaminada llegue a una escuela vecina, poniendo en riesgo la salud de decenas de alumnos.
Los vecinos denuncian que, pese a las reiteradas quejas, la alcaldía Magdalena Contreras ha ignorado el problema. “Que se apliquen, que vengan y que no nos hagan tanta vuelta con la burocracia... cuando tenemos la gravedad latente”, exige Miguel.
