¿Latinoamérica a oscuras? La crisis energética y los apagones que nadie vio venir

Latinoamérica se encuentra sumida en una crisis energética sin precedentes. Desde México hasta Argentina, la región experimenta apagones prolongados, sequías históricas y redes eléctricas al borde del colapso, una situación que amenaza la estabilidad económica y social.

La falta de inversión en infraestructura, la dependencia de fuentes de energía no renovables y el impacto del cambio climático han creado una tormenta perfecta que pone en jaque el suministro eléctrico en varios países de la región.

En Ecuador, la sequía ha reducido drásticamente el nivel de los embalses de las centrales hidroeléctricas, que constituyen el 72% de la matriz energética nacional.

Desde septiembre, el país implementa apagones programados de hasta diez horas al día, una situación que se espera que dure hasta enero. La crisis se agudizó tras la suspensión de la importación de electricidad desde Colombia , que también enfrenta problemas de suministro.

Cuba atraviesa la peor crisis energética en décadas. Los apagones se han convertido en una constante en la vida de los cubanos, afectando todos los ámbitos de la sociedad y la economía. La obsolescencia de la infraestructura eléctrica, la falta de inversión y la escasez de combustible han llevado al sistema al borde del colapso.

La situación se agudizó en octubre de 2024, cuando un apagón total dejó a toda la isla sin electricidad . Este incidente puso en evidencia la fragilidad del sistema y la urgencia de implementar medidas para garantizar el suministro eléctrico.

La peor sequía en 74 años ha impactado la generación hidroeléctrica en Brasil, que proporciona la mayor parte de la energía del país.

Las tres grandes hidroeléctricas de la Amazonía operan a una fracción de su capacidad, obligando al gobierno a activar plantas térmicas más contaminantes.

Aunque el gobierno descarta la posibilidad de apagones, la situación genera incertidumbre sobre el futuro energético del país.

Bolivia, un país que tradicionalmente ha dependido de la exportación de gas natural para generar ingresos, enfrenta una disminución en sus reservas que ha afectado su capacidad de generación de energía. La situación se ha agravado por la suspensión del suministro de gas a Argentina, que era uno de sus principales compradores.

Para enfrentar este desafío, Bolivia está impulsando la exploración y explotación de nuevos yacimientos de gas y petróleo, con el objetivo de aumentar sus reservas y garantizar el suministro energético en el futuro.

El sistema eléctrico argentino se encuentra en una situación crítica, al borde del colapso debido a la falta de inversión y mantenimiento en las últimas décadas. Esta situación se ha traducido en apagones y cortes de energía frecuentes, especialmente durante los meses de verano, cuando la demanda de electricidad aumenta.

El gobierno de Javier Milei ha anunciado el “Plan Verano 2024-2025" para evitar apagones durante la temporada estival. Este plan incluye medidas a corto plazo, como la importación de energía desde países vecinos y la activación de generadores de emergencia.

La crisis energética en Latinoamérica es un llamado a la acción para los gobiernos, las empresas y la sociedad en general. Es urgente invertir en infraestructura, diversificar la matriz energética con fuentes renovables y promover el uso eficiente de la energía para garantizar un futuro energético sostenible para la región.

La falta de inversión en infraestructura, la dependencia de fuentes de energía no renovables y el impacto del cambio climático han creado una tormenta perfecta que pone en jaque el suministro eléctrico en varios países de la región.