En medio de una crisis política, económica y social, Bolivia asume presidencia del Consejo Permanente de la OEA

En un giro inesperado, Bolivia ha asumido la presidencia del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Este acontecimiento, cargado de simbolismo y contradicciones, abre un nuevo capítulo en la turbulenta relación entre el país andino y el organismo hemisférico.

Héctor Arce Zaconeta, embajador boliviano ante la OEA y figura clave durante el gobierno de Evo Morales , tiene ahora la responsabilidad de liderar el Consejo Permanente en un momento crítico para la organización.

La relación entre Bolivia y la OEA ha estado signada por la desconfianza y la tensión desde la crisis política de 2019.

La auditoría electoral realizada por la OEA, que denunció irregularidades en los comicios y desencadenó la renuncia y fuga de Evo Morales, fue duramente cuestionada por el gobierno boliviano y sus aliados, quienes la calificaron como una injerencia en los asuntos internos del país.

Bolivia, bajo los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce, ha mantenido una postura crítica hacia la OEA, abogando por una reforma profunda que garantice su imparcialidad y respeto a la soberanía de los Estados miembros.

Arce Zaconeta, al asumir la presidencia del Consejo Permanente, ha señalado que Bolivia se encuentra en un “momento de inflexión” y que su país está dispuesto a impulsar una “reforma importante e impostergable” de la organización.

“Bolivia ha decidido ejercer la presidencia con una agenda básica porque estamos ingresando a un momento clave, un momento de inflexión en nuestra vida institucional como organismo multilateral, el cierre de un ciclo para dar paso a una reforma importante e impostergable”, aseguró el embajador boliviano.

Fuerza Informativa Azteca consultó al politólogo, abogado y académico Alejandro Huitrón para conocer sus criterios sobre este tema:

“La Organización de los Estados Americanos es un organismo regional muy importante en el Continente Americano. Algunos, incluso, señalan que la OEA es el organismo multinacional más antiguo de los que se tiene registro, con expresiones de voluntad en 1880. Sin embargo, desde su creación en 1948 en la ciudad de Bogotá y, por supuesto, de la entrada en vigor de la CARTA DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS su objetivo fue el aseguramiento de la paz.

“Así como promover y consolidar la Democracia. Recordemos que, a diferencia de México, que vivió bajo las formas de lo que algunos politólogos clasificaron como “partido hegemónico”, en el resto de los países de América Latina la conquista disputa por el poder estuvo marcada por el uso de la fuerza y la violencia. Entonces, sea quien sea la persona que llegue a la presidencia del Consejo Permanente debe observar la naturaleza de la OEA ”.

Consultado sobre las reformas a la OEA, Huitrón aseguró:

“Ahora bien, el derecho positivo que dio vida a la voluntad de los Estados Americanos, es decir, la Carta de la OEA , ha sido enmendada en varias ocasiones. Recordemos: Protocolo de Buenos Aires (1967), Protocolo de Cartagena de Indias (1985), Protocolo de Managua, suscrito (1993), Protocolo de Washington (1992). Entonces, hay mecanismos para llevar a cabo reformas; pero, en todo caso, se requiere de la voluntad de los Estados para que estos cambios se lleven a cabo”.

Arce Zaconeta ha hecho hincapié en la necesidad de que la OEA sea un “espacio de diálogo, de paz y confraternidad”, donde se privilegie la “lógica de la razón y no de la imposición”.

Esto implica un llamado al consenso y la negociación entre los Estados miembros, superando las divisiones ideológicas y políticas que han marcado la historia del organismo.

Democracia y derechos humanos, el embajador boliviano ha reafirmado el compromiso de su país con la “cultura de mayor democracia, mayor respeto por los derechos humanos, mayor seguridad y sobre todo mayor desarrollo social y económico”.

Sin embargo, queda por ver cómo se concretará este compromiso en la práctica, especialmente en un contexto de creciente autoritarismo en algunos países de la región.

Bolivia ha sido un crítico constante de la estructura y el funcionamiento de la OEA , considerando que está desactualizada y no refleja las necesidades y prioridades de los países de América Latina y el Caribe.

Se espera que durante su presidencia, Bolivia impulse un debate sobre la reforma de la OEA, abordando temas como la composición del Consejo Permanente, el papel del Secretario General y los mecanismos de toma de decisiones.

Fuerza Informativa Azteca también conversó con el economista e internacionalista, docente Pablo Aguilar Achá, sobre el perfil del nuevo presidente y esto nos dijo:

“Arce, exministro de Justicia de Bolivia, fue imputado formalmente en 2020 por el Ministerio Público boliviano (Fiscalía) por fraude electoral y, en su momento, se asiló en la Embajada Mexicana en La Paz. Ahora, tras este turbulento pasado, liderará una institución que enfrenta cuestionamientos sobre su legitimidad y su capacidad de abordar eficazmente los problemas del hemisferio”.

“Durante su discurso inaugural, el pasado 15 de enero, en Washington D.C., Arce Zaconeta, hombre fuerte del masismo (Partido de gobierno actual de Bolivia), conocido por haber ocupado altos cargos en los mandatos de Evo Morales, hizo un llamado a fortalecer el diálogo entre los países miembros. Sin embargo, también dejó entrever la necesidad de una reforma profunda e impostergable en la OEA, una afirmación que resuena con las críticas que diversos sectores han expresado en los últimos años sobre la parcialidad de la organización y su papel en conflictos clave como los de Venezuela y Nicaragua”.

Sin embargo para politólogo, abogado y académico Alejandro Huitrón opina distinto:

“Hace muchos años, el filósofo francés, Jacques Rancière, escribió mucho sobre el disenso; es decir, sobre el desacuerdo. Y él explicaba que mucho de este encuentro de ideas no radica en asumir una postura de si las cosas son claras u oscuras, sino en la escala de cosas que pueden llegar a ser consideradas como claras u oscuras. En este sentido, vuelvo a tu pregunta: yo celebro que una persona crítica, como el constitucionalista Héctor Arce Zaconeta, llegue a la presidencia de la OEA que tantos años criticó. Porque esto beneficia a la naturaleza misma del organismo regional: la promoción y consolidación de la democracia”.

“Si tuviéramos que resumir a la democracia en una palabra, cosa que puede llegar a ser muy irresponsable e, incluso, aventurada, diría que la democracia es diálogo. Diálogo y más diálogo. Lo que pasa en muchas ocasiones es que no estamos preparados para hablar y establecer estas conversaciones. Porque tampoco son cosa fácil. Pero, si se generan estas tensiones, estamos frente a una paradoja, lo que causó la tensión es el remedio para esa misma tensión: el diálogo”.

La asunción de Bolivia a la presidencia del Consejo Permanente de la OEA plantea una pregunta incómoda:

¿puede un país que enfrenta una profunda crisis interna, con acusaciones de autoritarismo y persecución política, liderar un organismo que promueve la democracia y los derechos humanos?

En los últimos años, Bolivia ha experimentado un deterioro de sus instituciones democráticas y un aumento de la polarización política.

El gobierno de Luis Arce ha sido acusado de perseguir a opositores políticos, restringir la libertad de expresión y manipular el sistema judicial.

Además, el país enfrenta una grave crisis económica, con una inflación galopante y una creciente deuda externa.

¿Cómo puede Bolivia, con estos antecedentes, predicar la democracia y los derechos humanos a otros países de la región? ¿No es esto una contradicción que debilita su liderazgo en la OEA?