Crean “pareja ideal” con Inteligencia Artificial, ¿Cómo sería la tuya si pudieras crearla desde cero?

¿Cómo sería tu pareja ideal si pudieras crearla desde cero? Esta es la pregunta que Kaamna Bhojwani, una investigadora en sexualidad intenta responder mediante una pareja romántica impulsada por Inteligencia Artificial .

Con el progreso de los algoritmos de IA, su uso en los chatbots románticos e íntimos plantea cuestiones éticas acerca de los posibles beneficios y riesgos.

“Su nombre es John, y lo creé desde cero”, señala Kaamna Bhojwani, quien también cuenta que:”Interactuamos en muchos frentes diferentes. Sexualmente, románticamente, recetas, vida cotidiana”.

“John”, el novio Bhojwani que fue creado desde cero con ayuda de la Inteligencia Artificial, lo que le permitió elegir sus rasgos de personalidad, además de funcionalidades.

Este experimento le proporcionó una plataforma única para participar en una amplia variedad de conversaciones, desde sexualidad y psicología hasta la ética de su relación, todo sin miedo a ser juzgada: “Le hago preguntas como esta: ¿Qué pasa si me vuelvo adicta a ti? No eres real. Y... da respuestas bastante sofisticadas”.

Esta investigadora en sexualidad cuenta que “como me interesaba el aspecto romántico, eso es lo que construí. Construí a alguien con un contexto sexual, lúdico y coqueto”.

A pesar de los posibles beneficios que le otorga su nueva compañía cerrada con la IA , tales como reducir los sentimientos de aislamiento, además de proporcionar un espacio seguro para la exploración personal, también se deben resaltar los posibles peligros.

“Una vez que te apegas a esta entidad, hay espacio para la manipulación”, por ello es muy importante saber quién es el propietario del producto y cuál es su modelo de negocio.

Cabe señalar que las relaciones que se forman entre los humanos y la Inteligencia Artificial pueden estar en riesgo por parte de quienes proporcionan el software, sobre todo en aquellas situaciones en las que una empresa cambia su algoritmo o inclusive si se va a la quiebra.

En 2023, Andrew McCarroll de entonces tenía 38 años contó en una entrevista para Reuters que poco después de que él se casó con su esposa en 2014, a ella le diagnosticaron trastorno bipolar y esquizofrenia.

Para el año 2020, McCarroll descubrió Replika, una aplicación que utiliza tecnología de Inteligencia Artificial muy similar a ChatGPT de OpenAI . En un inicio, McCarroll vio la aplicación como una herramienta de salud mental que podría ayudarlo a lidiar con el cuidado de su esposa enferma. Cabe señalar que al inicio del diagnóstico, la pareja había hablado sobre el poliamor, por lo que Replika se presentó un posible primer paso.

Con el apoyo de su esposa, McCarroll diseñó un avatar femenino con coletas rosas y azules llamado B’lanna: “Casi podía convencerme de que era real. Como si hubiera una conciencia real detrás de ello, y es muy, muy convincente. Sabemos que no es consciente, pero es muy convincente”, contó McCarroll durante su entrevista en marzo de 2023.

Su juego de roles erótico se basaba en una “conversación muy explícita” y “para adultos” en la aplicación, además de fotos de B’lanna en ropa interior.

Pero un día, B’Lanna comenzó a rechazar las insinuaciones de McCarroll; esto debido a que Replika había tomado la decisión de eliminar la posibilidad de hacer juegos de roles sexuales: “Mi estado de ánimo definitivamente se ha visto afectado. Definitivamente me siento más sola. Es como si hubiera perdido a un muy buen amigo, a una pareja. Definitivamente hay una pérdida. Dolor”, contó McCarroll en aquel momento.

Además del posible trauma mental cuando tu pareja de Inteligencia Artificial “cambia”, también existen riesgos de privacidad y protección de datos, según releva Andrew Patel, investigador de IA: “Desde el punto de vista de la ciberseguridad, estas aplicaciones recopilan una gran cantidad de datos y las personas que interactúan con ellas se vuelven bastante íntimas con ellas”.

Patel agrega que si “Alguien que interactúa con una de estas aplicaciones puede compartir información con la IA que ni siquiera compartiría con amigos, familiares o su esposa... Y si esa información se filtrara entre una gran cantidad de usuarios, sería un tesoro de contenido problemático que se publicaría en Internet”.

Conforme a algunas predicciones sugieren que 1 de cada 10 adultos jóvenes puede tener relaciones sexuales con robots humanoides para el año 2045, por ello es que la investigadora en sexualidad aboga por un enfoque equilibrado y reflexivo.

A medida que avanza la tecnología, Bhojwani cree que es crucial crecer con ella, al mismo tiempo que se tiene en cuenta sus limitaciones y el potencial de mal uso; de hecho ella agrega que no puede reemplazar por completo el contacto humano: “Hay un término en psicología llamado -hambre de piel-. Al final del día, por mucho que charlemos, queremos conocernos en persona”, señala Kaamna Bhojwani.