La copa menstrual es una alternativa cada vez más popular a los métodos tradicionales de higiene durante el periodo. Esto se debe a sus múltiples ventajas, tanto para la salud de las mujeres como para el medio ambiente.
¿Qué es una copa menstrual?
Una copa menstrual es un producto de higiene femenina que se utiliza durante la menstruación para recoger el sangrado menstrual. A diferencia de las compresas y tampones, las copas menstruales son respetuosas con el medio ambiente y pueden estar hechas de silicona, látex o caucho natural. Además, son económicas, ya que se pueden utilizar durante años sin generar residuos.
La copa menstrual, como su nombre lo indica, tiene forma de copa, siendo ancha por arriba y con un agarre por abajo. A diferencia de los tampones, no tiene un hilo colgando, sino que queda dentro de la vagina.
La mayoría de las copas menstruales son transparentes o de colores y tienen agujeros en la parte superior para permitir la entrada de aire y mantener la copa abierta una vez dentro de la vagina. También cuentan con un tubito de extracción que facilita su retirada y en algunos casos, un medidor para conocer la cantidad de sangrado.
¿Cómo se usa la copa menstrual?
Para utilizar una copa menstrual, es recomendable hablar con el ginecólogo para determinar el tamaño adecuado. Esto se basa en factores como la edad, la longitud del cuello uterino, la cantidad de flujo, la firmeza y flexibilidad de la copa, la capacidad de la copa, la fuerza de los músculos del piso pélvico y si se ha tenido un parto vaginal.
Las copas más pequeñas se recomiendan para mujeres menores de 30 años sin partos vaginales, mientras que las más grandes son para mujeres mayores de 30 años, con partos vaginales o con un flujo más abundante.
La copa se gira para crear un sello hermético que evite las fugas. Si se coloca correctamente, no debería sentirse y se puede realizar cualquier actividad sin que se caiga. En caso de dificultades, es aconsejable consultar al médico.

La copa menstrual se puede utilizar durante 6 a 12 horas, dependiendo de la cantidad de flujo. Se recomienda vaciarla antes de las 12 horas para evitar filtraciones. Para retirarla, se deben lavar las manos, introducir el dedo índice y pulgar en la vagina, tirar suavemente de la agarradera hasta alcanzar la base y pellizcarla para liberar el sello y retirarla. Una vez fuera, se vacía en el lavabo o inodoro.
Ventajas de usar una copa menstrual
En primer lugar, la copa menstrual es más cómoda que los tampones o las compresas. No se mueve ni se siente, por lo que permite realizar todas las actividades cotidianas sin preocupaciones.
En segundo lugar, la copa menstrual es más higiénica. No absorbe la sangre, sino que la recoge, por lo que no reseca las paredes vaginales ni altera el pH natural.
En tercer lugar, la copa menstrual es más respetuosa con el medio ambiente. Un solo producto puede durar hasta 10 años, lo que supone un ahorro considerable de residuos.
Las ventajas de utilizar copas menstruales son diversas. Son económicas, ya que se paga un precio único por una copa reutilizable en lugar de comprar tampones o compresas continuamente. Además, son más seguras, ya que no hay riesgo de síndrome de shock tóxico. Retienen más sangre que las toallas sanitarias y tampones, y son mejores para el medio ambiente al generar menos desechos. También se pueden utilizar durante las relaciones sexuales y con un DIU.
¿Qué es un disco menstrual?
Otra opción es el disco menstrual, un concepto inspirado en la copa menstrual, la cual suele estar fabricada con silicona médica tan fina que posee el grosor de un pétalo de flor.
Es verdad, ambas, la copa y el disco menstrual, mantienen el flujo menstrual dentro de ellas y permiten convertirse en opciones sanitarias ecológicas y saludables. Sin embargo, la diferencia de la copa menstrual, el disco menstrual tiene un diseño plano que permite colocarse debajo del cérvix y con un doble borde a prueba de fugas.