El incesante lanzamiento de cohetes, la proliferación de satélites y la creciente actividad en la órbita terrestre están dejando una huella contaminante cada vez más profunda en la atmósfera.
Un nuevo inventario global de la Univ—0ersity College London (UCL) ha encendido las alarmas al revelar que entre 2020 y 2022 se registraron 446 lanzamientos espaciales y la reentrada de 3,622 objetos a la atmósfera terrestre, generando aproximadamente 12,000 toneladas de contaminación.
Un cóctel tóxico para la atmósfera
Los cohetes, se impulsan quemando combustibles que liberan una mezcla de gases y partículas contaminantes.
Entre ellos se encuentran gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2) y el vapor de agua, que contribuyen al calentamiento global.
También se liberan partículas de hollín y óxido de aluminio, que pueden permanecer suspendidas en la atmósfera durante años, afectando la calidad del aire y la salud humana.
Eloise Marais, profesora de Geografía Física en la UCL y autora principal del estudio, advierte que “la contaminación generada por los cohetes es una preocupación creciente, ya que puede tener un impacto significativo en el clima y la capa de ozono”.
La amenaza invisible: basura espacial
La proliferación de satélites y otros objetos en órbita es otra fuente de preocupación.
La basura espacial, compuesta por satélites inactivos, fragmentos de cohetes y otros desechos, representa un peligro para las naves espaciales y puede caer a la Tierra, causando daños materiales e incluso pérdidas humanas.
Según la Red de Vigilancia Espacial de Estados Unidos , en octubre de 2024 se estimaba que había más de 27,000 objetos de basura espacial de más de 10 centímetros de diámetro orbitando la Tierra.
Estos objetos viajan a velocidades de hasta 28,000 kilómetros por hora, lo que los convierte en verdaderos proyectiles.
Ingreso de basura espacial hacia la tierra. pic.twitter.com/Jvrargnzao
— X (@EarthquakeChil1) December 7, 2024
Efectos en la atmósfera superior y el clima
Las actividades espaciales también pueden tener efectos en las capas superiores de la atmósfera , como la ionosfera y la magnetosfera.
Los lanzamientos de cohetes y las operaciones de satélites pueden generar ondas de choque y emisiones de plasma que alteran la composición y la dinámica de estas capas, afectando las comunicaciones y la navegación.
Learn more about what we've been up to this year: https://t.co/hpaVAy66ef
— NASA (@NASA) December 6, 2024
México y el desafío espacial
Aunque México no es una potencia espacial, también tiene un papel que jugar en la protección del entorno espacial.
El país cuenta con una Agencia Espacial Mexicana (AEM) que promueve la investigación y el desarrollo tecnológico en el ámbito espacial.
Es fundamental que la AEM impulse prácticas sostenibles en las actividades espaciales, especialmente ahora que el turismo espacial se vuelve una realidad y que empresas como SpaceX planean aumentar sus operaciones en la región.
[Vía @futuro_360] Lanzan al espacio el primer satélite de madera para reducir la basura espacialhttps://t.co/8OflTB95Je
— CNN Chile (@CNNChile) November 9, 2024