La cruel y despiadada guerra entre “La Chapiza” y “La Mayiza”, del Cártel de Sinaloa, no es solo por la prevalencia de una dinastía, detrás de cada disparo, detrás de cada crimen, hay un impulso de codicia.
Es una organización que produce y distribuye fentanilo, metanfetamina, heroína, cocaína y marihuana, incursionó en la extorsión, cobro de piso, huachicoleo, robo de minerales, tráfico de migrantes, tráfico de armas y lavado de dinero.
Cártel de Sinaloa
Operan en el Triángulo Dorado, conformado por Chihuahua, Durango y Sinaloa , pero tienen presencia en por lo menos 23 estados de la república mexicana. La hegemonía del Cártel de Sinaloa está más allá de las fronteras mexicanas.
Los tentáculos se extienden a casi todos los continentes, a excepción de la Antártida. Tiene redes de colaboración con socios locales, su principal cliente es Estados Unidos, con un creciente e incontrolable consumo de drogas.
Operaciones en América Latina y Europa
También se han detectado operaciones en América Latina , empezando por Colombia, Chile, Uruguay, Argentina, Venezuela, Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, además de Trinidad y Tobago.
En Europa, tienen asociados en Alemania, Francia, Suiza, Países Bajos, España e Italia, en esta última nación, las crónicas han dado cuenta de intercambios con Ndrangheta, la mafia más poderosa.
En Oceanía hay sociedad con grupos de Australia, en Asia, hay intercambios de precursores químicos con India y tríadas Chinas. Es un mapa global geodelictivo, que seduce y reproduce los enfrentamientos entre los ambiciosos “Chapitos” y “Mayitos”.