“La vida es un riesgo, cholo-san”: Así llegó la cultura chicana a Japón
Desde finales de la década de 1980, algunas personas en Japón comenzaron a adoptar la estética de cholos y de la cultura chicana, proveniente de Estados Unidos.
Entre Japón y México nos separan poco más de 10 mil kilómetros de distancia, pero entre un grupo de nipones surgió la costumbre de vestirse como un cholo y emular la cultura chicana.
El término chicano deriva de la palabra “mexicano”, de la cual comenzaron a usar el término “xicano” y como en ocasiones la letra x tiene un sonido de “ch”, de ahí nació la palabra “chicano”, explica la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
¿Qué es un chicano?
La palabra chicano es empleada para quienes tienen la ciudadanía estadounidense, pero son de ascendencia mexicana. Anteriormente era usada de forma peyorativa, pero tras el movimiento chicano de 1960, los jóvenes se reapropiaron del término para definirlo como un orgullo por la gerencia mexicana y un reto a las instituciones o personas que discriminaban a los mexicanos, asegura la Universidad Brown.
Desde finales de la década de 1980, varios nipones quedaron sorprendidos con la escena lowrider, es decir, con la modificación de automóviles clásicos.
Junichi Shimodaira es el dueño de uno de los talleres más antiguos de Japón, donde realizan las modificaciones a autos y motocicletas con la temática chicana. El especialista conoció este mundo underground por a través de una revista.
Posteriormente, viajó a California, Estados Unidos, con el fin de conocer a fondo la cultura chicana en la región donde surgió.
Cabe resaltar que ser cholo y vestirse como uno no está relacionado con pandillas, sino con el arraigo de valores familiares, el sentido de pertenencia con los lugares donde crecieron y trabajar muy duro en lo que les apasiona, conceptos que comparten los japoneses adeptos a estas prácticas.
¿Qué es un lowrider?
Los lowriders son grupos urbanos que modifican los automóviles clásicos para añadirles sistemas hidráulicos que permitan bajar el vehículo a nivel del piso o que lo puedan subir a distancias de más de un metro.
Esta práctica está ligada a la cultura chicana, con simbología de pachucos y cholos, destaca el investigador Juan Antonio del Monte Madrigal del Colegio de la Frontera Norte en Tijuana, Baja California.