Cuántas veces hemos compartido nuestra ubicación a otras personas para que puedan saber dónde estamos, y aunque ahora es posible con solo un click, gracias al GPS, para llegar a este método tuvieron que pasar siglos; ¿sabes cómo funciona el GPS? Aquí te lo explicamos.
En la antigüedad, los marineros utilizaban las constelaciones durante la noche para descifrar dónde estaban y hacia dónde debían dirigirse, una labor que no era nada sencilla. Por fortuna ahora solo requerimos de un GPS para ubicarnos y llegar a cualquier punto, sin tener que voltear a ver las estrellas, aunque el complicado proceso sigue ocurriendo en el cielo.
¿Qué es el GPS?
Gracias al Sistema de Posicionamiento Global (GPS) tenemos la facilidad de descifrar con exactitud dónde nos encontramos, sin embargo, este sistema todavía necesita de objetos que se encuentran en el cielo, aunque ya no son precisamente las estrellas sino de satélites que se encuentran alrededor de la Tierra.
De acuerdo con la NASA, un GPS está compuesto por tres partes: satélites, estaciones terrestres y receptores, que son indispensables para que puedan enviar las ubicaciones de todas las personas que lo requieran.
¿Cómo funciona el GPS?
Los satélites funcionan como lo hacían antes las estrellas; es decir se sabe dónde se supone que están en un determinado momento. Mientras que las estaciones terrestres usan un radar para asegurarse de que la posición es la correcta.
Finalmente, los receptores son los que se encuentran en tu celular o dispositivo que está recibiendo la señal de los satélites constantemente y el receptor detecta que tan lejos estás de cada satélite.
El receptor calcula la distancia desde cuatro o más satélites y es así como puede determinar tu ubicación exacta. Un proceso que ocurre a miles de kilómetros en el espacio pero a una gran velocidad.
