El uso excesivo y no controlado de las redes sociales y los dispositivos móviles pueden afectar la salud mental de los jóvenes y generar problemas como depresión, ansiedad, estrés, trastornos del sueño, problemas de autoestima, y hasta aumentar el riesgo de padecer enfermedades como diabetes e hipertensión.
Actualmente, el internet y las redes sociales nos permiten comunicarnos y enterarnos de todo lo que pasa en el mundo de manera casi instantánea, sin embargo, su uso desmedido puede acarrear problemas mentales, sobre todo en los jóvenes que pasan la mayoría del tiempo frente a la pantalla de su teléfono.
De acuerdo con la psicóloga e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM, Jennifer Lira Mandujano , “mantener una conexión excesiva en redes sociales se ha convertido en una adicción conductual, con indicadores similares a los del consumo de sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol”. Esto provoca que, principalmente los jóvenes, concentren toda su atención y sus sentidos en estar al frente de su celular, ya sea en Facebook, TikTok, Instagram, WhatsApp u otras redes sociales, y generen inadvertidamente un hábito adictivo que puede regir sus pensamientos, sentimientos y conductas.
¿Cuidas tu salud mental?
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 10, 2024
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Uso de redes sociales y dispositivos móviles en México
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), realizada por el INEGI y el IFT, hasta 2023, 9 de cada 10 jóvenes tenían acceso a un teléfono celular y 35.3 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años utilizaban internet. Las redes sociales más utilizadas por estos usuarios eran WhatsApp (92.3%), Facebook (90.6%), Instagram (50.3%), TikTok (43.4%) y YouTube (36%).
Respecto al tiempo promedio de uso de internet, las personas usuarias de 18 a 24 años registraron 5.9 horas por día, seguidas de las personas de 25 a 34 años, con 5.6 horas diarias, y las personas de 12 a 17 años, con 4.7 horas.
Cabe destacar que las principales actividades de estos usuarios fueron la comunicación (93.3%), el acceso a redes sociales (91.5%) y el entretenimiento (88.1%), seguidas de acceso a contenidos audiovisuales, leer periódicos, revistas o libros y búsqueda de información, entre otras.
Consecuencias del uso excesivo y no controlado de las redes sociales
La interacción compulsiva con las redes sociales puede provocar consecuencias en la salud mental de los jóvenes como ansiedad, depresión, estrés, aislamiento social, bajo rendimiento académico, baja autoestima y trastornos del sueño. Además, los trastornos mentales no solo afectan a los jóvenes en el ámbito emocional, sino también aumentan el riesgo de padecer enfermedades físicas, cardiacas y crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión.
En gran medida, todo esto se debe a la exposición de las y los jóvenes a contenidos digitales, muchas veces manipulados y editados, que muestran estándares inalcanzables sobre diferentes estilos de vida y que basan su aprobación en la mecánica de gratificación instantánea que se mide en la cantidad de “me gusta” que reciben en sus publicaciones.
¿Cómo identificar que una persona tiene afectaciones en su salud mental a causa de las redes sociales?
La psicóloga Lira Mandujano señala cinco indicadores para identificar afectaciones conductuales o mentales en los jóvenes por el uso excesivo de redes sociales. Estos son:
- Satisfacción: las personas sienten una creciente necesidad de pasar más tiempo en redes sociales para mantener el mismo nivel de satisfacción emocional que experimentaron al inicio. Esto genera una dependencia progresiva para mantener un estado de ánimo positivo.
- Abstinencia involuntaria: al perder acceso a internet por fallos de señal o batería, las personas experimentan malestar físico y emocional, como ansiedad, irritabilidad, temblores o dolores de cabeza, aun en breves periodos de desconexión.
- Recaída: a pesar de intentar controlar el tiempo de uso de redes, muchas personas no logran mantenerse desconectadas por mucho tiempo y terminan volviendo a conectarse sin ningún tipo de autocontrol, cayendo en excesos.
- Conflicto: el uso excesivo afecta las relaciones personales y la realización de tareas esenciales, provocando problemas de comunicación y distracción en el entorno cercano.
- Cambio de estado de ánimo: las redes sociales generan emociones fluctuantes, desde alegría y entusiasmo al interactuar, hasta frustración y ansiedad cuando no se logran los resultados esperados, lo que alimenta la adicción.
Con estos indicadores, padres y madres podrán identificar si sus hijos sufren algún tipo de problema que esté afectando su salud mental y actuar a tiempo para evitar consecuencias mayores. Recordemos que la salud mental es parte esencial del bienestar de todas las personas.