En el marco del Día de Muertos, miles de familias mexicanas suelen poner ofrendas en sus hogares para dar la bienvenida a sus seres queridos que no se encuentran con ellos. Sin embargo, muchos se preguntan qué hacer con la comida de la ofrenda después de que pasan los días festivos.
Y es que las ofrendas suelen tener alimentos y bebidas favoritas de las personas que se fueron, puesto que la creencia es que los difuntos regresan para alimentarse y disfrutar de lo que les ponen sus familiares.
De acuerdo con el Gobierno de México, algunos de los elementos “imprescindibles” que se deben de tomar en cuenta para colocar en la ofrenda son: sal y mantel blanco; agua; veladoras; calaveritas de dulce; copal e incienso; flores; pan de muerto; papel picado; comida y el retrato del ser querido.
Ante esto, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por medio de la publicación “El trabajo de los muertos en la sierra de Guerrero’’ de la autora Catherine Good Eshelman, expresa las conceptualizaciones sobre la muerte y el papel de los muertos en la sociedad nahua. Específicamente sobre qué ocurre con la ofrenda que se pone.
De acuerdo con los nahuas, los muertos consumen los olores y sabores de las comidas porque no tienen cuerpos, por eso es muy importante ofrecer alimentos muy condimentados y servirlos muy calientes en la ofrenda para que suban los vapores. Esto explicaría la creencia de muchas personas de que después de que vienen los difuntos, tanto las bebidas como los alimentos amanecen sin sabor, por lo que muchos prefieren desecharla.
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Ante esto, muchas culturas y personas deciden desecharla o bien, elegir cuidadosamente los alimentos que pueden ser consumidos tal como la fruta que tiene cáscara, como las mandarinas. Una de las maneras favoritas para poder reutilizar los elementos de la ofrenda es alimentar a las aves con las sobras de pan.
Las calaveritas de azúcar aguantan bien el paso de los días, por lo que aún se pueden disfturar; sin embargo, es importante verificar si las de chocolate u otro material se siguen conservando bien puesto que estas aguantan mejor en el refrigerador. Además es importante afirmar si no tienen polvo encima.
Sin duda, el elemento que más se desecha en la época de Día de Muertos son las flores de cempasúchil, las cuales muchas personas optan por solo tirarlas; sin embargo, la mayoría de las alcaldías de la Ciudad de México abren centros de acopio para este tipo de flores.
Las flores de cempasúchil que se usan en las ofrendas, además de ser un elemento decorativo de la época pueden ser reutilizadas y darles un nuevo uso como por ejemplo: para control de plagas, para realizar pigmentos textiles y alimenticios, remedios y herbolaria, por último para el saneamiento de suelos y la educación ambiental.
