Localizada en el corazón de Coahuila, la región de Cuatro Ciénegas ha perdido el 90 por ciento de sus humedales en los últimos cien años.
Este paraíso único en el mundo gracias a su diversidad, está por cumplir 30 años como Área Natural Protegida, declaratoria que obtuvo el 7 de noviembre de 1994. Unos meses después, el 22 de junio de 1995, obtuvo la designación de Sitio Ramsar 734 de la Convencion de Humedales.
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el Valle de Cuatro Ciénegas es considerado el humedal más importante dentro del llamado Desierto Chihuahuense, y también uno de los humedales más importantes de nuestro país.
Da vida a varias especies endémicas, arroyos permanentes y áreas inundadas que concentran el agua de los manantiales, conocidas como lagunas. Además, esta región de Coahuila cuenta con los afloramientos de yeso, que llegan a presentarse como campos de dunas, ocupando el segundo lugar en extensión del continente.
Pero los científicos le dan sólo cinco años de vida, lo que implicaría una catástrofe ecológica y la pérdida de información científica muy valiosa, como explica Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM.
#ZonaVerde Tuvieron que pasar millones de años para que la naturaleza formara las dunas de yeso en Cuatro Ciénegas, Coahuila. Te contamos más sobre este ecosistema único en México. pic.twitter.com/zFMPauFE01
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 25, 2019
“Nosotros vamos a perder la oportunidad de descubrir miles de antibióticos nuevos, la cura del cáncer”, asegura la científica.
Playitas: la tragedia ecológica de Cuatro Ciénegas
En la Semana Santa de 2004, una mala decisión de las autoridades casi acaba con una zona emblema de Cuatro Ciénegas. Y es que la Laguna de Playitas fue invadida por más de 10 mil turistas, en un área que sólo permitía el ingreso de 300.
“Una cantidad masiva de personas con vehículos, carpas, leña, con todos los insumos para cocinar... Las personas pues se metían con las hieleras de cerveza al agua, con los alimentos”, recuerda Juan Carlos Iturbide, representante de la Conanp.
Según el guía Jesús Alarcón, aquel día hubo todo tipo de excesos de spring breakers con bebidas embriagantes y basura, que terminaron en una catástrofe ambiental: “Hasta metiendo los vehículos al agua ¡imagínate!, donde hay especies únicas y en peligro de extinción, empezaron a contaminar con hidrocarburos, aceites, detergentes y fue un caos”.
Playitas tardó 17 años en recuperarse, pero el lugar tuvo que ser cerrado al público.
“Si no aprendemos a poder estar conociendo y conservando el entorno, nos lo vamos a acabar definitivamente. Es un lugar que nos volvieron a dar una segunda oportunidad y tenemos que cuidarlo”, afirma Alarcón.
Sin embargo, el mayor problema para Cuatro Ciénegas, es que mientras los científicos y ambientalistas piden que se termine la explotación desmedida de agua, para no secar este tesoro ecológico de Coahuila, los agricultores reponden que sin el líquido, no podrán sobrevivir.