Cinco animales que pueden ser considerados bisexuales

A lo largo de los años, científicos han descubierto que la heterosexualidad no es, ni remotamente, la orientación sexual de todos los animales en el mundo, pues hay varios ejemplos de especies que presentan comportamientos homosexuales y que, tras varios días de estudio, se pueden catalogar como bisexuales.

Caso distinto al pez payaso macho, el cual puede transformar su sexo a hembra cuando su cardumen se lo exija para liderar el grupo, otros animales simplemente tienen comportamientos sexuales por placer con seres de su mismo sexo y de esta forma confirman su bisexualidad, ya que también se aparean con el sexo opuesto para procrear.

Por este motivo, a continuación te presentamos los cinco animales bisexuales más representativos y de los que te podrás acordar fácilmente en el futuro, ya que existen varias especies alrededor del mundo que distintos biólogos han confirmado no tener una preferencia sexual fija.

Uno de los comportamientos más peculiares es el de las orcas, pues ha sido documentado que, algunas de ellas, antes de alcanzar la madurez realizan caricias en las áreas genitales con otras mientras nadan. Estos toques ocurren sin importar el sexo, puede ser con el hocico y especialmente antes de tener relaciones.

Posiblemente, el ejemplo más cercano a la homosexualidad ocurra en las jirafas, pues estudios revelan que el sexo gay puede representar hasta el 90% de la actividad sexual en estos animales. Petter Bockman, investigador de la Universidad de California, respalda este porcentaje, en especial por parte de los machos desde los actos de seducción.

Otro ejemplo podrían ser los cisnes, en especial el cisne negro. DW reporta que alrededor del 20% de los cisnes forman pareja con seres de su mismo sexo; sin embargo, estos animales son catalogados como monógamos, por lo que tienen una pareja toda la vida; sin embargo, aunque podrían ser considerados bisexuales por su necesidad de procrearse, la homosexualidad podría ser un término más apropiado.

Otro ejemplo notable y documentado por National Geographic es el de los delfines, en especial los de nariz de botella, pues han documentado que la actividad homosexual puede ocurrir en cantidades similares a las de la heterosexual, por lo que son considerados ejemplos notables de la bisexualidad en los animales.

El último gran ejemplo es el de los chimpancés, particularmente el de los Bonobos, pues esta especie es conocida por su facilidad para aparearse con su mismo sexo, tanto hembras como machos. Aunque en este ejemplo, el lesbianismo tiene puede ser más predominante, ya que las hembras pueden sostener vínculos más intensos.