Este domingo 2 de junio, durante el foro de seguridad ‘Diálogo Shangri-La', celebrado en Singapur, el Ministro de Defensa chino, Dong Jun, amenazó a las “fuerzas extranjeras” y a “elementos separatistas”, que a quien tenga el objetivo de dividir a Taiwán de China será hecho pedazos.
En su discurso, Dong Jun señaló que todo el que apoye la independencia de Taiwán con respecto a China “provocará su propia destrucción, será aplastado y asesinado”.
Agregó que su objetivo no es una escalada militar, pues están comprometidos a una reunificación pacífica; sin embargo, la situación está siendo “constantemente erosionada por separatistas y fuerzas extranjeras”.
Añadió que esta idea de no mantenerse unidos está siendo socavada por elementos independentistas de Taiwán y fuerzas externas, por lo que “siempre existirá el peligro del separatismo nacional”.
“China actuará de manera resolutiva para evitar cualquier intento de independencia”, explicó Dong Jun.
El Ministro de Defensa de China explicó que Taiwán es un núcleo sagrado e inviolable de los intereses centrales de China, por lo que acusó a las autoridades taiwanesas de querer cortar los “lazos sociales, históricos y culturales, olvidando a sus antepasados de forma ridícula y arrogante”.
Agregó que la injerencia de fuerzas externas tratan de “urdir proyectos de ley relacionados, insistiendo en la venta de armas a Taiwán”.
Añadió que en caso de que la escalada continúe, se solicitará al ejército una fuerza invencible y poderosa para “defender la reunificación de la patria”, usando las medidas oportunas y enérgicas para poner un orden y evitar que “el complot nunca tenga éxito”.
Estas declaraciones surgen en medio de las diferencias que existen entre China y Estados Unidos, pues mientras los asiáticos consideran a Taiwán una provincia rebelde, los norteamericanos están comprometidos a defender su autonomía, a pesar de a que en Pekín reivindica su soberanía.