No eres tú, es tu cerebro el que te ha jugado una “mala pasada” a la hora de comer, provocando esa subida o bajada de peso corporal. Una investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que el órgano responsable de nuestro comportamiento también está directamente asociado con las sensaciones de hambre y saciedad.
Marcia Hiriart Urdanivia, académica del Instituto de Fisiología Celular , explicó durante la conferencia “El control de peso inicia en el cerebro” que existen hormonas como la grelina, una de las causantes de provocar el hambre y que surge en el estómago, pero también en un área del cerebro.
Otra hormona es la leptina, la cual promueve una sensación de saciedad que surge en el cerebro. Sin embargo, estos no son los únicos factores que te han impedido llegar a esa meta de subir o bajar de peso corporal durante los últimos meses y aquí te compartimos los descubrimientos de la investigadora.
¿Cómo mantener el peso corporal de una persona?
De acuerdo con Marcia Hiriart, mantener una buena alimentación y peso adecuado está relacionado, principalmente, con el equilibrio energético de las personas. Es decir, la relación que existe entre la apropiada entrada y salida de alimentos.
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“Es muy importante hacer ejercicio para mantener esta relación, pues es un componente importante en el gasto de energía”, explicó la investigadora al recordar que México enfrenta un grave problema de diabetes y obesidad causado, entre otras cosas, por el
inadecuado consumo de alimentos con alto contenido de azúcares y grasas.
La investigadora mencionó que, cuando se come de más, se registra una entrada energética extra que se vuelve grasa y termina engordando a las personas porque es no depurada a través del ejercicio.
¿Qué papel juega el cerebro en la alimentación?
La académica encontró que la regulación del apetito se da a través de un proceso en el que participan el cerebro y el intestino. En el primero el hipotálamo controla el hambre y la saciedad, todo esto a través de hormonas relacionadas con la alimentación como lo son: la serotonina, dopamina, grelina, leptina y el péptido YY3-36.
Otro factor que surge desde el cerebro es el hambre emocional que, según explicó, consiste en “utilizar la comida para sentirse mejor, en lugar de tener un hambre física, que es la necesidad de nutrir a nuestro cuerpo”.
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Para evitar que el cerebro domine tus ganas de comer sugirió a los jóvenes dormir al menos ocho horas al día. La razón detrás de este promedio es por que, al disminuir el tiempo, se altera el equilibrio hormonal y aumenta la hormona grelina, la que produce hambre, mientras que disminuye la leptina, la que ocasiona la saciedad.
Marcia Hiriart Urdanivia también recomendó obtener mayor saciedad mediante una alimentación en forma de pirámide invertida, destacando en la parte más alta y ancha las verduras, proteínas como carne y huevo, seguido de carbohidratos como pan y arroz, dejando para el final la fruta como postre, pero siempre acompañando la comida con agua natural.
Las personas también pueden fomentar hábitos alimenticios adecuados como los siguientes:
- Planear comidas y disminuir el tiempo entre estas.
- Llevar a la escuela o el trabajo alimentos sanos.
- Beber agua natural y no endulzada.
- Masticar despacio y disfrutar los alimentos.
