Opinión |Censura no, Libertad sí: El otro rostro del gobierno de Claudia Sheinbaum
Vemos cómo se consolida un poder sin contrapesos, ¿queremos volver a los tiempos de la censura? Yo, como muchos, prefiero decir: censura, no; libertad, sí.
Hace unos días me detuve a reflexionar sobre el rumbo que está tomando nuestro país bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum. ¿Recuerdan esos tiempos de campaña, cuando la hoy Presidenta prometía libertad, inclusión y respeto a las instituciones?
Hoy, pareciera que esas palabras han quedado atrás y que se avecina una etapa de censura con todas sus letras: de la C a la A.
Me nació incluso hacerle un acróstico, como si fuera un pequeño juego, pero uno muy revelador. Pude haberlo dejado en iniciales: C de Comunista, S de Socialista, P de Populista, pero sería demasiado fácil. Así que opté por algo más claro: censura, no; libertad, sí. Autoritarismo, no; unidad, sí. Dictadura, no; incluyente, sí. Apariencia, no.
"Censura, con todas sus letras… De la 'C' a la 'A'
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) April 28, 2025
Claudia decía que 'las redes son imposibles de controlar', también dijo:'quien lo ha hecho, ha controlado a la ciudadanía'.
📉 Ejecutivo, Legislativo y ahora Judicial…
📵 ¿También los medios? ¿La prensa? ¿Las plataformas?
⚠️… pic.twitter.com/Nuk5xu8oUM
Y es que, Presidenta, no nos engañemos: tú aparentaste. Cuando querías la silla presidencial jurabas que no habría censura ni regulación, que las redes sociales no podían ser controladas y que quien lo intentara acabaría controlando a la ciudadanía. Esas no son palabras mías, son las tuyas, Presidenta.
Pero ahora el panorama es distinto. Lo advertiste: “Nunca me someteré a ningún poder”, decías. Pero en realidad, lo que estábamos escuchando era lo contrario: querías a todos los poderes sometidos.
Poco a poco lo has ido logrando. El Ejecutivo, por ser la jefa, lo tienes. Al Legislativo, a la fuerza y con mayoría aplastante, también. El Judicial parece estar a punto de caer bajo la misma fórmula, a través de una reforma que, en vez de mejorar, corre el riesgo de deformarlo.
Y ahí no acaba la cosa. Ahora la intención es someter a los medios: a la radio, la televisión y hasta las plataformas digitales, esas que tanta inquietud suelen causarles a las autoridades autoritarias. No es un temor infundado. La historia nos ha enseñado que los regímenes que buscan controlar todo lo que la gente puede ver, leer u opinar, son los que más temen a la libertad.
Así que aquí estamos, viendo cómo se consolida un poder sin contrapesos y cómo la democracia se puede ir desdibujando paso a paso. ¿De verdad queremos volver a los tiempos de la censura? Yo, como muchos, prefiero decir: censura, no; libertad, sí.