El asesinato de los hermanos Alexander, de 9 años, y Gael, de 12, ha sacudido a Sinaloa , un estado que en los últimos meses ha estado marcado por la inseguridad y la violencia. Por este motivo, habitantes de Mazatlán marchan para pedir justicia.
¿Qué le pasó a los hermanos Alexander y Gael?
La tragedia ocurrió el pasado domingo 19 de enero en el fraccionamiento Los Ángeles, en Culiacán , cuando Antonio de Jesús viajaba en su auto junto con sus tres hijos: Alexander, Gael y Adolfo. Durante un intento de asalto , presuntos criminales atacaron a la familia a balazos, dejando una estela de dolor y muerte.
Antonio de Jesús y Gael fallecieron en el lugar, mientras que Alexander, herido de gravedad, fue trasladado al Hospital Pediátrico de Culiacán, donde luchó por su vida durante tres días.
Finalmente, la noche del martes 21 de enero, el pequeño perdió la batalla, dejando a su hermano mayor, Adolfo, de 17 años, como el único sobreviviente de esta tragedia, aunque aún se encuentra hospitalizado.
Este viernes en Mazatlán, #Sinaloa, marchan para exigir #justicia por los hermanos Alexander y Gael, los pequeños que fueron asesinados en #Culiacán pic.twitter.com/GWEVNCt6uJ
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) January 25, 2025
Indignación y clamor por justicia: "¡Con los niños, no!”
La violencia que cobró la vida de los hermanos Alexander y Gael ha generado una ola de indignación en Sinaloa. En Mazatlán, decenas de personas marcharon este viernes 24 de enero vestidas de blanco por el malecón, gritando consignas como: “¡En Sinaloa, los niños no se tocan!”.
El caso de Alexander y Gael no solo ha conmocionado a la comunidad local, sino que también ha puesto en evidencia la crisis de seguridad que afecta al estado. “Esto no es normal. No podemos vivir con miedo de salir a la calle”, expresó hace unos días Víctor Aispuro, director de la Escuela Primaria Sócrates, donde estudiaba Alexander.
En Culiacán, una marcha similar se llevó a cabo el jueves 23 de enero, con familiares, amigos y vecinos exigiendo justicia y un alto a la violencia que ha marcado al estado. La frase "¡Con los niños, no!” se ha convertido en un grito de desesperación que busca sensibilizar a las autoridades para tomar acciones contundentes contra la inseguridad.
Una familia destrozada por la violencia
La madre de los menores, devastada por el dolor, hizo un llamado urgente para detener la violencia que se ha normalizado en la región. “Esto tiene que cambiar”, expresó entre lágrimas, mientras amigos y familiares la apoyaban en la marcha.
Hoy, los restos de Alexander descansan junto a los de su padre y su hermano Gael, mientras la comunidad de Sinaloa busca sanar las profundas heridas que la violencia ha dejado.