En una nueva muestra de la crisis migratoria que azota la región, cientos de personas originarias de diversos países centro y sudamericanos iniciaron este 5 de noviembre una larga travesía con destino a Estados Unidos. Divididos en dos grupos principales, los migrantes salieron desde las ciudades de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, Chiapas, en busca de mejores oportunidades y una vida más segura.
Desde temprana hora, alrededor de 500 migrantes, en su mayoría venezolanos, comenzaron a caminar por lasa calles de Tuxtla Gutiérrez con dirección a la carretera costera. Entre ellos, se encontraban familias enteras que, tras meses de espera en la capital chiapaneca, decidieron emprender el camino rumbo al norte. Su objetivo inmediato es alcanzar la ciudad de Arriaga, donde esperan encontrarse con otra caravana que partió simultáneamente desde Tapachula.
Otra caravana en Tapachula
Por su parte, en Tapachula, más de 2 mil personas, principalmente centroamericanas, se unieron a una nueva caravana migrante. Los integrantes de este contingente aseguraron que, ante la falta de empleo y la lentitud en los trámites migratorios , que pueden extenderse hasta nueve meses, se vieron obligados a abandonar el sur del país y buscar nuevas oportunidades en otras regiones.
Ambas caravanas tienen como objetivo avanzar por la costa de Chiapas hasta llegar a Arriaga, un punto estratégico donde esperan encontrarse con otros migrantes y continuar su recorrido hacia el centro del país. Sin embargo, reconocen que esta etapa del viaje será especialmente desafiante, ya que deberán atravesar zonas consideradas peligrosas debido a la presencia del crimen organizado.
Los migrantes enfrentan una serie de obstáculos en su camino, entre los que destacan las condiciones climáticas adversas , la falta de recursos económicos, la inseguridad y las barreras impuestas por las autoridades migratorias. A pesar de ello, se muestran decididos a continuar su travesía con la esperanza de alcanzar el sueño americano para una mejor calidad de vida.