La mayoría de los mexicanos ha dicho la palabra “provecho” al retirarse de un lugar donde otras personas continúan comiendo. Y es que esta expresión tiene diversos significados, aunque el más usado es el que refiere al beneficio que se obtiene de algo o alguien.
En algunos países de Latinoamérica, esta palabra tiene una connotación negativa o que genera algún desagrado, pues hace referencia al momento en que un lactante eructa, un acto que se considera de mala educación.
¿Por qué decimos “buen provecho”?
Hay personas que incluso pueden tomar como falta de respeto el hecho de no decir esta frase al terminar de comer y retirarse. En México es una costumbre emplear esta frase para desear una buena digestión .
No obstante, hay quien considera este acto como molesto, pues interrumpe al que está comiendo para que este responda con un obligado “gracias” de forma coloquial. Los amantes de “las buenas formas” o “etiqueta”, dicen que su uso es incorrecto y ofrecen otras opciones como “disfruta tus alimentos” o “buen apetito” y así, quien reciba el comentario ya no tendrá que responder con la boca llena de comida.
¿Cuál es el origen de la frase “buen provecho”?
El origen de la frase “Buen provecho” podría ser un tanto desconocido, pero se dice que era coloquialmente usada en español, viene de una tradición de los moros durante la ocupación de España.
La tradición consistía en eructar después de comer y responder “provecho” o “que aproveche”. Entonces se tomó como un signo de educación y buen gusto. En tanto, la Real Academia Española (RAE) señala que esta frase se utiliza para “manifestar el deseo de que algo sea útil o conveniente a la salud o bienestar de alguien, frecuentemente dirigiéndose a quienes están comiendo o bebiendo”.
