La situación en el Estado de México (Edomex) ha generado preocupación tras la activación de un protocolo de emergencia por parte de la Secretaría de Salud, debido a un brote de infecciones causadas por la bacteria Klebsiella oxytoca. Este microorganismo ha afectado a 15 pacientes menores de edad, quienes se encuentran hospitalizados con infecciones del torrente sanguíneo, ¿cuál es su estado? Esto es lo que sabemos.
Brote de Klebsiella oxytoca en Edomex, ¿cómo comenzó?
El brote de Klebsiella oxytoca se relaciona con una posible contaminación de la Nutrición Parenteral (NPT) y ha afectado a pacientes en cuatro hospitales de Edomex, incluyendo tres públicos y uno privado. La alerta epidemiológica fue activada el 28 de noviembre, cuando la Dirección de Información Epidemiológica reportó los casos a través de la Red Hospitalaria Epidemiológica (RHOVE).
De acuerdo con el gobierno de Edomex, los pacientes afectados son en su mayoría menores de edad, con un rango de edad de 0 a 14 años, y presentan diversas comorbilidades que complican su estado de salud. Hasta la fecha, se han confirmado 15 casos, se han catalogado cuatro como probables y uno ha sido descartado. La Secretaría de Salud mexiquense asegura que todos los pacientes están recibiendo atención médica continua y los insumos necesarios.
Así puedes evitar el contagio con la bacteria detectada en los hospitales de Edomex
¿En riesgo? Para mitigar contagio de la bacteria Klebsiella oxytoca, detectada en los hospitales de Edomex, la Secretaría de Salud federal, han emitido recomendaciones clave, entre las que se encuentran:
- Higiene de manos, fundamental para evitar la propagación de infecciones.
- Fortalecimiento del sistema de vigilancia, implementar protocolos para identificar infecciones asociadas a la atención en salud.
- Capacitación del personal sanitario, asegurar que todos estén informados sobre las mejores prácticas para prevenir contagios.
- Comunicación efectiva, fomentar el trabajo en equipo y la comunicación sobre riesgos potenciales.
Estas directrices están alineadas con las recomendaciones internacionales, incluyendo las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).