Una de las técnicas más utilizadas en distintos estados cuando se presenta una sequía es el bombardeo de nubes, utilizada para provocar lluvias ante una emergencia y que en México es implementada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien anunció que a partir de este martes 28 de marzo activarían el operativo como una medida preventiva para una crisis de agua.
De la mano con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el titular de la dependencia, Luis Cresencio Sandoval, dio a conocer que tenían listo un avión equipado para llevar a cabo el bombardeo de nubes en la capital , también conocido como “siembra de nubes”, término que explicamos a continuación para saber más sobre esta técnica climatológica.
¿Cómo funciona el bombardeo de nubes?
En términos concretos, el bombardeo de nubes es una técnica mexicana que consiste en cargar un avión con yoduro de plata, elevarse al cielo y vertirlo sobre aquellas nubes con un mayor registro de humedad. Al aplicar este proceso, el cual Sedena califica como “amigable al medio ambiente”, se espera que las nubes se vuelvan más pesadas y provoquen lluvias en la zona.
El avión de la Fuerza Aérea Mexicana es equipado con un sistema de aspersión y, de acuerdo con la Secretaría de Defensa , “esta innovación tecnológica es altamente eficaz para el propósito, buscado aún en las condiciones precarias de las nubes del desierto”, ya que incluso ha sido utilizado en zonas desérticas con el mismo motivo.
En marzo de 2023, la “siembra de nubes” se llevó a cabo en zonas cercanas al Sistema Cutzamala, sitios propensos debido a los buenos niveles de humedad y con nubosidad. Será hasta el próximo 7 de mayo cuando cese el programa de Estimulación de Lluvias, el cual beneficiará presas del Valle de México.
¿Quién inventó el bombardeo de nubes?
La Sedena presume el bombardeo de nubes como una innovación tecnológica 100% mexicana, reconocida por la Organización Meteorológica Mundial ( WMO por sus siglas en inglés); sin embargo, en la actualidad se lleva a cabo en distintas latitudes del planeta.
Del mismo modo, el organismo mundial asegura que “la siembra de nubes podría ser una herramienta para aumentar los recursos hídricos"; sin embargo, de ninguna manera se trata de un mecanismo “destructor de sequías”.