Crisis de combustible en Bolivia: Filas interminables para cargar gasolina causan muertes y caos

Bolivia se hunde en una crisis de combustible. Largas filas, muertes y desabastecimiento ¿Qué ocurre en el país sudamericano?

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Escrito por: Rodrigo Lema

Bolivia se hunde en una crisis de combustible
Largas filas, muertes y desabastecimiento afectan al país sudamericano | REUTERS

Bolivia se encuentra sumida en una crisis energética que ha generado desabasto de combustible y a su vez caos y tragedia en las calles.

Las extensas filas para cargar combustible, provocadas por la escasez de diésel y gasolina, han causado al menos siete muertes en accidentes de tránsito en Santa Cruz, la región más poblada del país.

Accidentes y caos en las estaciones de servicio

La mayoría de los accidentes fatales ocurrieron cuando motociclistas impactaron contra camiones detenidos en las filas.

Dos de las muertes se registraron en la ciudad de Santa Cruz, mientras que las otras cinco ocurrieron en municipios cercanos. Además de las víctimas fatales, se reportan varios heridos y daños materiales.

La situación se agrava por la falta de organización del tráfico en los alrededores de las estaciones de servicio . No hay señalización ni control por parte de las autoridades, lo que genera un caos vial que aumenta el riesgo de accidentes.

Desabastecimiento y crisis económica

Bolivia enfrenta problemas de desabastecimiento de combustible desde hace más de un año, pero la situación se agudizó en el último mes.

El gobierno atribuye la escasez a los bloqueos de carreteras realizados por seguidores del expresidente Evo Morales, que afectaron la distribución del combustible. Morales es acusado de violación y trata de menores de edad.

Sin embargo, la crisis energética tiene raíces más profundas. Bolivia importa y subvenciona gran parte del combustible que consume, lo que representa un gasto insostenible para un país que enfrenta una creciente crisis económica, marcada por la debacle de la industria petrolera y la disminución de sus reservas internacionales.

“La odisea por la gasolina": Bolivianos pasan días en filas y se organizan por WhatsApp

La escasez de combustible ha generado escenas surrealistas en Bolivia. Conductores pasan días enteros en filas kilométricas que rodean las estaciones de servicio, a la espera de poder llenar sus tanques.

Algunos incluso duermen en sus vehículos, provistos de colchones, alimentos y agua, para no perder su lugar en la fila.

La desesperación por conseguir combustible ha llevado a la población a organizarse a través de grupos de WhatsApp, donde comparten información en tiempo real sobre la disponibilidad de gasolina y diésel en las diferentes estaciones de servicio.

Estos grupos se han convertido en una herramienta vital para optimizar el tiempo y evitar recorrer largas distancias en vano.

Además de la pérdida de tiempo y la frustración, la situación genera un impacto económico negativo, ya que muchas personas no pueden trabajar o realizar sus actividades cotidianas con normalidad.

El transporte público también se ha visto afectado, con un aumento de las tarifas y la reducción de las frecuencias.

Medidas del gobierno de Luis Arce

Para intentar solucionar la crisis, el gobierno de Luis Arce ha tomado medidas como: Autorizar la compra y comercialización de combustible a actores privados: Esta medida busca aumentar la oferta de combustible en el mercado.

Otra medida fue la de priorizar la distribución a sectores productivos, buscando garantizar el abastecimiento de dic diésel a los sectores que son clave para la economía del país.

Incertidumbre y preocupación

A pesar de las promesas del gobierno de regularizar la dotación de combustible en los próximos días, la incertidumbre y la preocupación persisten entre la población.

La crisis energética afecta la vida cotidiana de los bolivianos, limitando el transporte, el comercio y las actividades productivas.

¿Un modelo energético insostenible? Análisis de la crisis y sus implicaciones

La crisis de combustible en Bolivia ha puesto en evidencia la fragilidad del modelo energético del país, basado en la importación y subvención de combustibles.

Expertos señalan que esta política es insostenible en el largo plazo y que Bolivia necesita diversificar sus fuentes de energía e invertir en la producción nacional. Datos clave:

Dependencia de las importaciones: Bolivia importa el 86% del diésel y el 56% de la gasolina que consume.

Altos costos de la subvención: En 2023, el gobierno destinó 2.000 millones de dólares a la subvención de combustibles.

Disminución de la producción: La producción de petróleo y gas en Bolivia ha disminuido en los últimos años, aumentando la dependencia de las importaciones.

Impacto en las reservas internacionales: La importación de combustibles drena las reservas internacionales del país, agravando la crisis económica.

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