Lo que comenzó como un accidente marítimo en 1997 en Reino Unido se ha convertido en un curioso recordatorio del impacto duradero de la contaminación plástica en nuestros océanos.
Millones de bloques de juguete, derramados de un carguero hace 27 años, continúan apareciendo en las playas del Reino Unido, despertando la curiosidad de los lugareños y la preocupación de los científicos.
El 6 de febrero de 1997, el carguero Tokio Express fue golpeado por una ola gigante frente a la costa de Cornualles, Inglaterra. Entre los 62 contenedores que cayeron al mar, uno guardaba casi 5 millones de bloques de juguete, destinadas a Estados Unidos.
Desde entonces, las piezas han estado llegando a las playas de Cornualles y Devon, e incluso han cruzado el océano Atlántico hasta llegar a las costas de Irlanda y Gales.
Un tesoro para algunos, una advertencia para otros
Para algunos, encontrar un juguete de este tipo en la playa es como descubrir un pequeño tesoro. Tracey Williams, una escritora local, ha estado documentando el fenómeno en su página de Facebook “Lego Lost at Sea” (Lego perdido en el mar).
“Es fascinante ver qué piezas aparecen y cómo el mar las ha afectado”, dice Williams.
Sin embargo, para los científicos, la persistencia de los estas piezas en el medio ambiente es una señal alarmante del problema de la contaminación plástica .
Los bloques de juguete están hechos de acrilonitrilo butadieno estireno (ABS), un tipo de plástico muy duradero, por lo que pueden tardar cientos de años en descomponerse.
¿Qué bloques de juguete hay en las playas del Reino Unido?
- Dragones negros: Estos dragones eran parte de un set de 1997 llamado “Dragon Knights”.
- Pulpos y algas: Estas piezas eran parte de un set de 1997 llamado “Aquazone”.
- Boyas salvavidas y aletas de buceo: Estas piezas eran parte de un set de 1997 llamado “Divers”.
Si alguna ocasión visitas las playas del Reino Unido, presta atención a la arena. Quizás encuentres un pequeño trozo de historia y un recordatorio del impacto del ser humano en el planeta.