El lunes por la mañana tres anuncios muy temprano…
1.- El jueves 29, Joe Biden estará en Brownsville, Texas en la mera frontera con México.
2.- El jueves 29, Donald Trump estará en Eagle Pass, Texas en la mera frontera con México.
3.- El Gobierno de México solicitó al presidente Biden la legalización de los inmigrantes mexicanos que tengan más de 5 años de trabajar sin documentos en Estados Unidos.
Todo esto muestra lo crucial que es la frontera y la inmigración en esta campaña por las presidencias de Estados Unidos y de México.
Para los estadounidenses, lo que lleva ya siendo una crisis durante los pasados tres años pone en serio peligro la reelección de Biden.
Para el presidente mexicano abogar por la legalización de los mexicanos viviendo sin papeles en Estados Unidos es una forma de llegar a quienes ven a Morena como el partido que de verdad se ocupa de ellos desde México.
Curiosamente, esto ocurre al mismo tiempo que se reporta un alto número de mexicanos inscribiéndose para votar desde Estados Unidos en la elección del 2 de junio.
La canciller, Alicia Bárcena, anunció que el gobierno de México solicitaría al de Estados Unidos la regularización de los inmigrantes mexicanos y eso de ser realidad le habría hecho la vida muy feliz a millones de mexicanos, en Estados Unidos y en México también.
Abajo en el análisis del viaje de Trump y de Biden a la frontera usted verá porque es muy difícil que esto se haga realidad.
Para el llamado de México aún hay tiempo
Apelar a Biden en este momento es muy difícil que dé resultado. La única forma en la que esto sería muy efectivo es si el presidente de México viajara especialmente a Washington y se lo pidiera directamente al congreso.
Faltan 7 meses para que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador termine. Aún hay tiempo si de verdad lo quiere hacer.
La inmigración es un tema espinoso porque es un tema humano
La inmigración indocumentada durante tres años ha volteado de cabeza a la frontera entre México y Estados Unidos y ha dañado a los dos lados como nada más lo ha hecho en la historia reciente.
Está más que claro que la Casa Blanca decidió no dejar que Trump acapare toda la atención de este viaje a la frontera el jueves y por eso hizo el anuncio del viaje de Biden el lunes por la mañana, cuando nadie lo esperaba.
El expresidente Donald Trump, hizo del manejo de la inmigración por parte de Biden una pieza central de su esfuerzo de reelección, y le resultó. En las elecciones primarias de Iowa y de Nuevo Hampshire la gente puso como su razón principal para su voto a favor de Trump el que la frontera fue abierta por Biden.
Considere usted el absurdo. Nuevo Hampshire está a 3 mil kilómetros de distancia de la frontera, y Iowa que es un estado agrícola que se beneficia de la mano de obra barata indocumentada, tiene la cachaza de quejarse… de la inmigración indocumentada.
La visita de Trump a Eagle Pass
Todos esperan que Trump, en Eagle Pass, acompañado por el gobernador de Texas y por varios otros gobernadores republicanos, culpen a Biden de abrir las puertas para que el mundo entero emigre a Estados Unidos. Será sin duda un gran espectáculo verlos a todos rasgarse las vestiduras ante esta tragedia que seguramente dirán… “Está llenando de criminales extranjeros a Estados Unidos”.
Trump había planeado visitar Eagle Pass, Texas, desde la semana pasada.
Una encuesta de Gallup del mes pasado encontró que la inmigración fue la segunda respuesta más común cuando se pidió a los estadounidenses que nombraran el problema más importante que enfrenta Estados Unidos:
· El 20% mencionó ese tema.
· El 21% citó un liderazgo nacional deficiente como la causa principal.
Por eso, Trump y los republicanos culpan de la crisis fronteriza a las políticas de Biden.
Lo acusan de haber detenido la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México y deshabilitar la política establecida por Trump para que todos los solicitantes de asilo “Permanezcan en México”.
Diciembre estableció un récord mensual con más de 302.000 personas arrestadas por ingresar ilegalmente a Estados Unidos desde México. Los estadounidenses se espantan cuando la prensa, para ilustrar esa cifra, les dice que es el equivalente de toda la población de una ciudad como Pittsburg.
El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, afirmó en enero que más del 85% de los detenidos por cruzar ilegalmente la frontera estaban siendo liberados en Estados Unidos, frente al 71% en octubre y el 74% en noviembre.
Por esa causa la Cámara de Representantes, liderada por el partido de Trump, acusó a Mayorkas el 13 de febrero: por supuestamente no hacer cumplir las leyes del país y por supuestamente tergiversar el grado de seguridad fronteriza en testimonios presentados ante el Congreso.
El juicio de Mallorcas en el Senado podría comenzar esta semana.
La visita de Biden a Brownsville
La visita de Biden se produce mientras considera una acción ejecutiva radical para restringir la capacidad de los migrantes de buscar asilo en la frontera sur de Estados Unidos si cruzaron ilegalmente.
La crítica agria y repetida de Joe Biden a los republicanos del Congreso es por no aprobar un paquete de gasto de compromiso bipartidista que incluía importantes concesiones en la política fronteriza; esto hubiera solucionado el problema para todos.
Ese paquete fue aprobado por el senado. Cuando estaba listo para ser sometido a votación en la Cámara de Representantes, Donald Trump llamó a los líderes republicanos que controlan esa cámara y les prohibió… si, les prohibió adoptarlo.
Los congresistas republicanos obedecieron, sacaron la legislación del calendario y le dieron muerte, ahí mismo, en el capitolio y a la vista de todos.
Es realmente Joe Biden el responsable de esta crisis
Es cierto que el actual presidente para ser distinto a Trump relajó todas las reglas y dio órdenes para que todo que a todo el que tocara la puerta de Estados Unidos se le dejara entrar.
Es cierto también que eso abrió la puerta para que más de tres millones de migrantes de 61 países se mudaran a Estados Unidos. Cada uno recibió un citatorio para comparecer ante un juez en algún punto en el futuro, algunos dentro de cinco, otros dentro de diez, otros hasta dentro de doce años.
¿Sabe usted cuántos regresaran? Si la historia reciente es una muestra de lo que ocurre, serán muy, muy pocos. Menos del 5%.
En enero de 2023, Joe Biden viajó la frontera en El Paso, Texas como presidente. Ahí visitó un centro de respiro para migrantes, pero no se reunió con ellos, ni con los activistas que los representan. Esto enfureció a ambos grupos que se sintieron usados.
Mientras en Washington, los congresistas de origen latino agrupados en el llamado “Congressional Hispanic Caucus”, se quedaron también muy enojados con el presidente porque no los incluyó en las negociaciones. Y usted se pregunta porque siendo Biden un político de tanta experiencia se equivocó al manejar este tema.
Pero esta pelea no está decidida aún, por eso el viaje de este jueves de los dos candidatos a la frontera.