Con la intención de contrarrestar el aislamiento y la falta de escuelas para las mujeres de Afganistán, un grupo de activistas inauguró una biblioteca dedicada a las afganas que buscan aprender.
A un año de que el régimen talibán tomó el control del país, los derechos de las mujeres se han visto mermados, por lo que la biblioteca de Kabul les ofrece una oasis a las féminas que cada vez están más apartadas de la educación y la vida pública.
El gobierno talibán ordenó que las mujeres en Afganistán no pueden salir de casa sin un pariente hombre que las acompañe y con la cara cubierta; no obstante, algunos de los centros urbanos ignoran esta normal, tal como la biblioteca de Kabul.
“Hemos abierto la biblioteca con dos propósitos: uno, para las niñas que no pueden ir a la escuela, y otro, para las mujeres que han perdido su trabajo y no tienen nada que hacer”, dijo Zhulia Parsi, una de las fundadoras del centro.
La biblioteca para mujeres de Afganistán cuenta con mil libros que incluye novelas, libros ilustrados, títulos de no ficción, política monetaria, economía y ciencia. Todo el acervo fue donado por profesores, poetas y autores de la Fundación Crystal Bayat, una organización afgana a favor de los derechos de la mujer.
La biblioteca se encuentra en un local alquilado en un centro comercial que tiene varias tiendas destinadas para las mujeres. El lugar fue creado por varias activistas que han protestado en los últimos meses por la violación a los derechos de las mujeres en Afganistán.
Talibanes prohíben a mujeres ir a la escuela
Las escuelas secundarias para niñas permanecen en su mayoría cerradas después de que los talibanes se retractaron de sus promesas de abrirlas en marzo.
Los talibanes dieron marcha atrás en su promesa de abrir escuelas secundarias para niñas. La mayoría de las adolescentes no tienen ahora acceso a las aulas y miles de mujeres han sido expulsadas de la fuerza de trabajo debido a las crecientes restricciones y a la crisis económica de Afganistán.
Los
talibanes
afirman que respetan los derechos de las mujeres de acuerdo con su interpretación de la ley islámica y que desde marzo están trabajando en la apertura de escuelas secundarias para niñas, sin que hasta el momento lo cumplan.