El cubo de Rubik o ‘Cubo Mágico’ fue inventado hace más de 40 años, por Erno Rubik; desde su salida al mercado fue uno de los rompecabezas más famosos y vendidos en el mundo debido a la poca ‘complejidad’ que presentaba resolverlo, sin embargo, se ha demostrado que solo el 6% de la población es capaz de terminar con éxito la misión.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), armar un cubo de Rubik fomenta la superación, paciencia y perseverancia, al mismo tiempo que desarrolla la creatividad de quienes aceptan el reto y mejorá la capacidad para solucionar problemas.
En el mundo, solo el 5.8% de las personas que lo han intentado completar el famoso rompecabezas de Erno Rubik lo logran por el gran proceso cognitivo que el reto implica, inclusivo, ni siquiera su creador era capaz de resolverlo.
Se dice que Erno inventó el cubo de Rubik como un instrumento para explicar a sus alumnos conceptos académicos como las relaciones espaciales o los contrastes de la condición humana a través de un objeto de arte que exploraba nuevas formas; este complejo experimento le tomó al famoso arquitecto más de un mes para completarlo.
¿Cómo resolver el Cubo de Rubik?
Un cubo de Rubik clásico posee seis colores uniformes (blanco, rojo, azul, naranja, verde y amarillo), además de contener un mecanismo de ejes que permite a cada cara girar independientemente, mezclando así los colores.
Para resolver el famoso rompecabezas de Erno, cada cara debe quedar de un solo color. Según indican los cálculos matemáticos, solo son necesarios 20 movimientos, pero en realidad tiene más de 43,252,003,274,489,856,000 (más de 43 trillones) de configuraciones posibles.
¿Cómo ayuda el Cubo de Rubik al aprendizaje?
La
UNAM
indica que el rompecabezas no solo agiliza la memoria y capacidad de retención de las personas, sino que también apoya al proceso cognitivo al intervenir aspectos importantes para implementar diversas estrategias para encontrar los algoritmos adecuados.
Al resolver un cubo de Rubik se ponen en práctica diversas habilidades matemáticas para aprender posibilidades de resolución; en tanto, en la parte motriz se utilizan y ejercitan todos los dedos de ambas manos al momento de armarlo.
Además, se considera una herramienta para fomentar los valores personales de superación, esfuerzo, paciencia y perseverancia, fundamentales para no darse por vencidos en un juego de concentración.
