¡Ángeles que visten de blanco! Enfermeros salvan a mujer en la autopista Colima-Manzanillo
Como si se tratara de un capítulo perfectamente escrito, los enfermeros regresaban a casa cuando se pusieron la capa de héroes en la Colima-Manzanillo.
En la vida hay ángeles que te salvan la vida, no necesariamente tienen alas, pero sí una bondad infinita, tal es el caso de una mujer que quedó atrapada en su vehículo el pasado 27 de junio, cuando sufrió un impacto por dos vehículos pesados en la autopista Colima-Manzanillo.
En aquel momento, como pudo y con un grupo de personas, logró ser rescatada entre fierros, ahí es cuando surge el milagro, se encontraban dos enfermeros.
Se trata de Patricia Aguirre y Daniel Ramírez, quienes no dudaron un segundo en ayudarla y buscar salvaguardar su vida.
“Lo primero, saque mi navaja y corte el cinturón de seguridad para que tomara un poco más de aire porque se estaba asfixiando. Ya cuando la sacamos y la cargamos entre 4, 5 personas, la pusimos en el piso y lo primero que se me vino a la mente improvisar para estabilizar las cervicales (...) yo solamente estuve apoyando, acompañando a la señora, vigilando su estado de conciencia, sus vías aéreas que estuvieran permeables”, dijeron.
Enfermeros regresaban a casa al momento del accidente en la Colima-Manzanillo
Como si se tratara de un capítulo perfectamente escrito, los enfermeros regresaban a casa en Colima tras cumplir con su jornada de trabajo en el IMSS Manzanillo; sin embargo, nunca imaginaron lo que estaban a punto de vivir
“Es reconfortable claro que si , si hace falta también que reconozcan la labor que hace uno como enfermero pero también en todos los centros de trabajo hay personas que ejercen bien su labor y ponen su granito de arena para salvaguardar la vida de un paciente”, indicaron.
Hoy, Patricia y Daniel son un ejemplo para las personas y para todos aquellos enfermeros y enfermeras que están cerca de ellos al demostrar que ante la adversidad también te puedes poner las alas o la capa, y volverte un ángel para una persona, aunque en muchas ocasiones, no sea alguien “cercano”, sino, una prueba que te puso la vida misma.
