El atleta yucateco, Thiago Rubio cumplió una odisea en la costa yucateca, al correr sin descanso 42 kilómetros, desde la estatua de Chaac en Telchac Puerto hasta la figura de Poseidón en la playa de Progreso en Yucatán.
Encapsulado en una emotiva poesía escrita por el poeta yucateco, Rodrigo Ordóñez, la misión fue entregar un mensaje físico simbolizando la conexión entre las deidades del agua de diferentes culturas, la unión y el respeto.
“Realmente para nuestros antepasados, los dioses son muy importantes, nosotros ya estamos muy alejados de todo esto, pero para mí fue muy mítico el recorrido”, dijo el atleta Thiago Rubio tras cumplir su hazaña este domingo.
Esposa de atleta ayudó a hidratarlo
Los primeros kilómetros marcaron lo que sería esta aventura para el yucateco de 37 años de edad, quien estuvo acompañado de su esposa que lo ayudaba a hidratarse, mientras él continuaba corriendo.
“Pues ha sido una buena experiencia, hemos estado juntos en esto, apoyándolo en su comida, en hidratación, en todo lo que necesita. Hemos estado al pie de cañón, los dos”, dijo Mayra Herrera, esposa de Thiago.
Thiago Rubio es un ejemplo para jóvenes: mamá de atleta
Por su parte, Lizbeth Cardeña, mamá de Thiago, reconoció la hazaña de su hijo, pues es un ejemplo para muchos jóvenes. “Es un orgullo para mí, porque él está enseñando a los jóvenes que hay diferentes para disfrutar la vida, no tienes que ser tomando, ni fumando, ni nada por estilo”, indicó.
El entrenador físico de profesión tuvo un tiempo total de cuatro horas, 24 minutos y 31 segundos . Cumpliendo el reto.
“El recorrido es muy bonito, me gustó más, a principios, que es más amplio, ya lo último es un poquito más pesado, pero, pues, ya pasando el muro en el kilómetro 30, 35, ya se siente, ya es súper deshidratado, y entonces ya hay un bastante sale, entonces ya se empieza el cuerpo, ya ha sentido muy, muy un fatigado, pero es de repetirlo”, señaló Thiago Rubio.
¿Por qué empezó la pelea entre Chaac y Poseidón en Yucatán?
Todo comenzó cuando en julio, una tiktoker expuso su teoría de que la llegada de la estatua de Poseidón instalada en Progreso, era la culpable de las fuertes inundaciones en Yucatán, pues el ayuntamiento decidió colocar la figura de un dios griego, en vez de a Chaac, el dios maya de la lluvia y el agua, por lo que había decidido castigar a los habitantes con fuertes tormentas.
