Al menos dos personas han muerto en un ataque por tropas de Rusia a un edificio administrativo de Mikolaiv, la ciudad del sur de Ucrania que está haciendo de escudo a Odesa.
El gobernador del municipio, Vitaly Kim, ha asegurado en sus cuentas de Telegram y Facebook que la mayoría de las personas que estaban en el interior “escaparon milagrosamente”, pero algunos civiles y soldados están desaparecidos. “Estamos buscando a ocho civiles y tres soldados bajo los escombros”, ha publicado Kim, que ha señalado que el edificio atacado es la sede de la administración regional y que la mitad del inmueble ha sido destruido.
Ejército de Ucrania recupera territorios
El último informe de la inteligencia británica publicado este martes advierte de que las tropas rusas todavía representan una “amenaza significativa” para la capital de Ucrania, Kiev.
El documento del Ministerio de Defensa confirma que el Ejército ruso se ha visto “obligado” a retroceder en varios puntos como consecuencia de los contraataques de los combatientes ucranios en puntos del noroeste de Kiev, incluyendo las localidades de Irpin, Bucha y Hostomel.
“Las fuerzas rusas ha mantenido su ataque sobre Mariupol con continuos y fuertes bombardeos a la ciudad, sin embargo, el centro permanece bajo el control de Ucrania”, señala el informe. “En otros lugares, las fuerzas rusas mantienen posiciones de bloqueo mientras intentan reorganizar y restablecer sus fuerzas”, precisa el documento.
Miles huyen de bombardeos a Rusia
El Gobierno de Ucrania ha acusado a Rusia de deportar a su territorio a miles de personas forzosamente, entre ellas, cientos de menores.
La defensora de los Derechos Humanos ucrania, Liudmila Denisova, asegura que las fuerzas de Vladímir Putin están trasladando a civiles del área de Donbás y de localidades ocupadas del sur a campamentos improvisados denominados “de filtración”. Allí las fuerzas rusas les requisan los pasaportes, son interrogados y, finalmente, muchos de ellos son enviados a ciudades rusas.
Kiev denuncia que el ataque de Moscú conduce a miles de civiles desesperados por las bombas y la destrucción a través de corredores, a veces sin saber hacia dónde se dirigen. Al menos 40,000 han sido trasladados ya de Ucrania a territorios controlados por Rusia, según la vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk. Por María R. Sahuquillo.
Peligro sin precedentes por conflicto militar en Ucrania
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se encuentra en Ucrania para mejorar la seguridad de las centrales y “prevenir el peligro de un accidente nuclear” en el país, inmerso en una guerra desde la invasión de Rusia del 24 de febrero. “El conflicto militar está poniendo las centrales nucleares de Ucrania y otras instalaciones con material radiactivo en un peligro sin precedentes”, ha dicho Grossi en un comunicado difundido por la agencia nuclear de la ONU.
Las tropas rusas que han invadido Ucrania controlan tanto Chernóbil como Zaporiyia, la central nuclear más grande de Europa. Esas dos instalaciones han sufrido daños durante el ataque ruso y cortes del suministro eléctrico que el personal ucraniano pudo luego reparar.
La vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, ha afirmado este martes que el país espera abrir hoy tres corredores humanitarios para evacuar a los civiles de los pueblos y ciudades sitiadas.
Según Vereshchuk, una de estas vías seguras será para que las personas abandonen en vehículos privados la ciudad portuaria de Mariupol (sudeste de Ucrania), que lleva bajo el asedio de las tropas rusas cuatro semanas.
La situación en esta ciudad con salida al mar de Azov es “apocalíptica”, según la Cruz Roja. Vadim Boichenko, el alcalde de la urbe, que contaba con unos 450,000 habitantes antes de que empezara la guerra, afirmó que 5,000 residentes han fallecido por parte de las tropas rusas. Boichenko también afirmó que unos 160,000 civiles permanecen atrapados en la ciudad sin acceso a suministros básicos.