El líder de China, Xi Jinping, y el alto diplomático de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunieron este lunes en Beijing, en un paso potencialmente crucial hacia el restablecimiento de los lazos entre Estados Unidos y China después de que se desmoronaran a raíz de una disputa sobre un globo de vigilancia chino a principios de este año.
La reunión entre Antoni Blinken y Xi Jinping duró media hora
Durante la reunión, que tuvo una duración de media hora, Xi Jinping dijo a Blinken que el mundo necesita unas relaciones estables entre China y Estados Unidos, y que el futuro de la humanidad depende de que ambos se lleven bien.
El mundo no quiere enfrentamientos
“Actualmente, la comunidad internacional está preocupada en general por el statu quo de las relaciones chino-estadounidenses. No quieren ver conflictos ni enfrentamientos entre los dos países, y no están dispuestos a elegir un bando entre China y Estados Unidos. Esperan una coexistencia pacífica y una cooperación amistosa entre China y Estados Unidos”, declaró Xi.
Xi espera que Estados Unidos sea racional y pragmático, colabore con China y mantenga el consenso alcanzado en Bali el pasado noviembre en su reunión con el presidente estadounidense Joe Biden.
El presidente chino afirmó que los intereses comunes entre ambos países deben tomarse en serio, y que el éxito de cada parte es una oportunidad para ambos países y no una amenaza para el otro.
China pide y ofrece respeto
“China respeta los intereses de Estados Unidos, y que no tratará de desafiar y reemplazarlo. Del mismo modo ellos nos deben de respetar y no socavar sus derechos e intereses legítimos. Ninguna de las partes debe amoldarse a sus propios deseos, y mucho menos privar a la otra de sus legítimos derechos al desarrollo”, afirmó Xi.
El presidente chino añadió que la competencia entre las grandes potencias “no va con nuestro tiempo” y que no resolverá los problemas propios ni los retos a los que se enfrenta el mundo.
Antoni Blinken dice que logró cumplir objetivos
En una conferencia de prensa luego del encuentro con Xi, Antoni Blinken declaró que había logrado lo que se propuso en su viaje a Beijing.
“Vine a Beijing para reforzar los canales de comunicación de alto nivel, para dejar claras nuestras posiciones e intenciones en áreas de desacuerdo, y para explorar áreas en las que podríamos trabajar juntos en nuestros intereses coincidentes, en desafíos transnacionales compartidos, y todo eso lo hicimos”, dijo Blinken, quien dio por terminado su visita a la capital china este lunes.
Señaló que mantuvo “una conversación importante con el presidente Xi Jinping”, y describió sus conversaciones con Wang Yi y Qin Gang como “sinceras, sustanciales y constructivas”.
Ambos coinciden en la necesidad de estabilizar la relación
Blinken señaló que planteó las preocupaciones de su país, “compartidas por un número creciente de países sobre las acciones provocadoras de la República Popular de China en el estrecho de Taiwán, así como en los mares del Sur y Este de China”, y dijo que reiteró que la posición de Estados Unidos sobre Taiwán no ha cambiado.
“Intercambiamos puntos de vista sobre nuestras respectivas políticas económicas, incluida nuestra preocupación por el trato injusto que China dispensa a las empresas estadounidenses”, declaró Blinken.
“En mis reuniones, traté de aclarar cualquier percepción errónea o malentendido sobre nuestro enfoque. Para Estados Unidos, y para muchos otros países, existe una profunda diferencia entre la reducción de riesgos y la desvinculación”, prosiguió Blinken, señalando que Estados Unidos pretende “reducir riesgos”, no desvincularse de China.
“Estamos a favor del riesgo y la diversificación. Eso significa invertir en nuestras propias capacidades y en cadenas de suministro seguras y resistentes, impulsar la igualdad de condiciones para nuestros trabajadores y nuestras empresas, defendernos de las prácticas comerciales perjudiciales y proteger nuestras tecnologías críticas para que no se utilicen contra nosotros”, afirmó.
Blinken habló en China sobre derechos humanos
Blinken afirmó que en sus reuniones planteó la cuestión de los derechos humanos, incluidas las violaciones de derechos humanos en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong. También dijo que “planteó específicamente la cuestión de los ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente y los que se enfrentan a prohibiciones de salida”.
El alto diplomático estadounidense señaló que, en cuanto a las áreas de posible cooperación, hablaron de la seguridad alimentaria. Acordaron “explorar la creación de un grupo de trabajo para poder cerrar el flujo de precursores químicos” del fentanilo. Las dos partes también hablaron de reforzar los lazos entre los pueblos.