Hace apenas cinco décadas, Cancún era una “aldea” prácticamente desconocida, ubicada en una de las regiones más pobres de México . Sus playas de arena blanca y mares turquesas estaban escondidas entre dunas de arena y una costa plagada de manglares y jungla. Sin embargo, gracias a una visión audaz y un desarrollo planificado, Cancún se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del país y América Latina; la NASA nos muestra cómo lucía este paraíso.
A finales de la década de 1960, el gobierno mexicano buscaba impulsar el turismo como motor económico del país. Tras analizar las características de destinos exitosos como Miami Beach y Acapulco, se embarcaron en una búsqueda sistemática del lugar perfecto para desarrollar un nuevo polo turístico.
Así lucía Cancún hace 50 años, según imágenes de la NASA
Un programa de computadora, alimentado con datos sobre clima, playas, infraestructura y otros factores, identificó varios candidatos potenciales. Luego, un equipo de expertos recorrió los 10.000 kilómetros de costa mexicana para evaluar personalmente cada sitio.
Al final, Cancún fue elegido por su combinación única de belleza natural, buen clima durante todo el año, proximidad a tesoros arqueológicos como Chichén Itzá y Tulum, y un bajo nivel de desarrollo previo.
Un crecimiento vertiginoso
En 1970, comenzaron las obras de construcción del complejo turístico de Cancún. En 1974, abrió sus puertas el primer hotel y, en menos de un año, la ciudad ya recibía a 100.000 turistas.
El crecimiento de Cancún ha sido meteórico . Hoy en día, la ciudad recibe a más de dos millones de visitantes al año, generando alrededor del 25% de los ingresos turísticos totales de México. Su población ha crecido exponencialmente, pasando de 120.000 habitantes a finales de la década de 1980 a más de 740.000 en la actualidad.
Si bien el turismo ha traído prosperidad a Cancún, también ha generado desafíos ambientales. La contaminación del agua por aguas residuales de hoteles , la generación excesiva de basura y la erosión de playas causada por la construcción y la actividad humana son algunos de los problemas más apremiantes.
Las autoridades y las organizaciones ambientales trabajan para encontrar soluciones sostenibles que permitan preservar la belleza natural de Cancún y garantizar su desarrollo a largo plazo. Se implementan programas de tratamiento de aguas residuales, manejo de residuos y educación ambiental para minimizar el impacto del turismo en el ecosistema.
Cancún es un ejemplo tangible de cómo el desarrollo turístico planificado puede transformar una región y generar bienestar económico. Sin embargo, es crucial encontrar un equilibrio entre el crecimiento y la protección del medio ambiente para garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de este paraíso caribeño.