Muchas veces hemos escuchado hablar del alcoholismo como un vicio que se caracteriza por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, sin embargo, poco saben que se trata de una enfermedad con consecuencias graves en distintas áreas de la vida.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el alcoholismo es una enfermedad que ataca a cualquier persona sin considerar sexo, edad o clase social, deteriorando el ambiente psicológico y social por el consumo excesivo de este tipo de sustancias.
El desarrollo de esta enfermedad, comienza con la dependencia, pues lo que al principio sería solo una copa, se transforma por la tolerancia a las bebidas; cuando un individuo consume de forma frecuente alcohol , su organismo se habitúa y, por lo tanto, disminuyen los efectos deseados ante la cantidad ingerida.
Hasta ahora, no hay síntomas precisos que determinen alcoholismo, pero existen cambios notorios en el comportamiento de la persona que pueden ayudar a identificarlo, por ejemplo:
- La incapacidad de la persona para detener su consumo a pesar de las consecuencias
- La falta de voluntad para decidir hasta cuando tomar, ya que se genera sensaciones como ansiedad y o deseo intenso por consumir
- Deterioro de la actividad laboral o deserción académica
- Consecuencias financieras
- Daño a las relaciones familiares y sociales
¿Cuáles son las consecuencias del alcoholismo?
Como se menciona anteriormente, el alcoholismo afecta en diversas áreas de la vida, tanto social como psicológicamente en esferas como la familiar, las relaciones laborales y emocionales.
Las principales consecuencias del alcoholismo a nivel físico, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (
CDC
), son el riego de enfermedades crónicas y otros serios problemas como los siguientes:
- Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos.
- Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto.
A nivel emocional, esta enfermedad puede conllevar consecuencias como:
- Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia
- Bajo rendimiento escolar o laboral
- Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
- Problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo.
- Dependencia al alcohol o alcoholismo.
Finalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que a nivel social, el consumo excesivo de
alcohol
afecta en tres áreas distintas, como:
- Familiar: Provoca conflictos relacionados con violencia, insultos a la pareja o agresión a los hijos, o bien, una relación más lejana entre padres e hijos
- Social: falta de cumplimiento de actividades laborales o académicas; episodios de violencia, agresiones tanto físicas y como psíquicas.
- Emocional: ansiedad, depresión, trastorno del sueño, irritabilidad, ideación suicida, sentimientos de desesperanza, culpabilidad, vergüenza, entre otros.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alerta que el consumo excesivo de alcohol puede ser la punta del iceberg de otros trastornos mentales, por lo que de detectar alguna de las consecuencias anteriormente mencionadas se recomienda acudir con un especialista.