Envases de bebidas alcohólicas tirados en la calle son usados para fines ilegales; ¿qué hacen con ellos?
Las botellas que son abandonadas en la calle podrían ser usadas de manera irresponsable para otras personas las rellenen de nuevo con alcohol adulterado.
Al caminar por la calle, posiblemente nos hemos percatado que en ocasiones alguien deja a propósito o por olvido, alguna botella que antes de quedar en el piso contenía alguna bebida alcohólica. Todo parece normal, y podría pensarse que solo es una cuestión de higiene, pero esa botella abandonada podría dar pie a algo ilícito, pero ¿por qué?
A simple vista son botellas de bebidas alcohólicas enteras en plena vía pública, la verdad es que no deberían estar aquí, porque abren la puerta a que se rellenen con alcohol adulterado, y por supuesto pues eso afecte la salud de cualquiera.
¿Qué se debe hacer con las botellas vacías?
Joel García, trabajador de limpia, comenta que estos envases son usados para otros fines. “Sí los llevan a otro lado, sí los vuelven a rellenar y ya lo venden igual, los venden en otros lugares que no son específicos para eso”.
Sergio González, jefe de barra de un restaurante, explica qué el envase debe ser tras el consumo de su contenido. La persona que lo hace, debe colocarse unos guantes y lentes de seguridad para prevenir un accidente.
Lo ideal es que salga así hacia el sitio de disposición final que no quede nada, ni un rastro de la botella, este proceso diario, diario en las noches
“Nosotros nos encargamos de romper las botellas acabando el servicio para que no haya esa difusión de que hagan mal uso de las botellas para adulterarlas, para meterles alcoholes que no son”, dice Milton Omar Rosas, capitán de restaurante.
Esta la multa por no destruir botellas vacías de bebidas alcohólicas
El Código Fiscal de la Federación contempla multas para los establecimientos que no destruyan los envases vacíos de bebidas alcohólicas: entre 30 y 140 pesos, por cada envase no destruido. En casa también, hay que hacerlas añicos antes de que sea la salud la que termine hecha pedazos.
“Lo ideal que te pide la ley es que el mismo día que fueron consumidas, se destruyan, que la etiqueta se raspe inmediatamente después de que se terminó de servir la última copa, que se raspe y los marbetes también”, opina Daniel Loaeza, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Restaurantes.
