Entre lodo y destrucción: Así luce la playa Revolcadero en Acapulco Diamante por huracán “John”
Pese a la devastación que dejó el huracán “John” en zona diamante de Acapulco, los comerciantes de playa Revolcadero no pierden la fe de volverse a recuperar.
El huracán “John” demostró que la naturaleza siempre termina reclamando lo que le pertenece, y es que a su paso por las costas de Guerrero, el ciclón dejó una estela de destrucción, especialmente en la playa Revolcadero, una de las zonas turísticas de Acapulco Diamante.
Luego de tocar dos veces tierra, primero como huracán de categoría 3 y después como tormenta tropical, Guerrero fue uno de los estados con más afectaciones. Las inundaciones y el desbordamiento de ríos, provocaron que cientos de casas y comercios quedaran bajo el agua.
¿Qué pasó en playa Revolcadero en Acapulco, Guerrero?
Los habitantes y comerciantes de la zona diamante en Acapulco, aseguran que la playa Revolcadero fue la zona cero de las inundaciones registradas durante días por el impacto del huracán “John”. Los negocios no solo quedaron encharcados, sino la estructura de algunos restaurantes cedieron ante las fuertes lluvias y colapsaron.
Incluso, algunos restauranteros apenas empezaban a recuperarse del ciclón tropical “Otis”, pero las lluvias de “John” fueron tan devastadoras que, para muchos, volver a levantarse resulta en un sueño lejano, como el caso de Guadalupe Vélez, quien trabajaba en el mercado “El Pueblito”.
“Quedamos peor que cuando pasó “Otis” , ahora estamos muertas, por qué los restaurantes están perdidos. Todo lo que teníamos, todo se fue con el agua. Además, esta es mi fuente de trabajo y todo lo perdí” relató la afectada.
“Todo se lo llevó nuevamente”: Los afectados del huracán “John” en playa Revolcadero
De acuerdo con los afectados del huracán “John”, al menos 50 negocios quedaron totalmente destruidos y tres viviendas de la zona sufrieron daños severos por las inundaciones. Perdidas, que a simple vista, resultan cuantiosas, por lo que empresarios creen no recuperarse para temporada decembrina.
Para Gabriela Palma, una de las afectadas, la frustración es mayor al saber que con trabajo su negocio habido sido restablecido, tras ser golpeado por “Otis”. Ahora deben volver a empezar de nuevo, pero esta vez sin los recursos suficientes y ante el temor de otro huracán.
Con la incertidumbre de un paisaje desolador, los habitantes han empezado con las tareas de remoción de escombro y limpieza del lodo, con la firme intención de que Acapulco volverá a levantarse y recibir con los brazos abiertos a cientos de turistas.
