Las acciones del fabricante de aviones estadounidense Boeing, cayeron un 11%, hasta los 146.62 dólares, en las primeras operaciones, un mínimo de casi un año y medio, tras registrar una pérdida trimestral y revelar más de 1.200 millones de dólares en cargos relacionados con los costos de los proveedores y los problemas técnicos de su avión presidencial Air Force One, su avión de entrenamiento y el conflicto en Ucrania.
“El primer trimestre presentó nuevos desafíos para nuestro mundo, nuestra industria y nuestro negocio. Mientras compartimos una actualización sobre el desempeño de nuestra empresa hoy, quiero comenzar dando las gracias. A pesar del entorno actual, seguimos logrando importantes avances juntos hacia nuestros compromisos clave”, expresó la empresa a través de un comunicado.

Boeing reporta pérdidas durante el primer trimestre de 2022
La compañía Boeing, reportó ingresos en el primer trimestre de $14,000 millones, impulsados por un menor volumen de defensa y cargos por programas de desarrollo de defensa de precio fijo, parcialmente compensados por el volumen de servicios comerciales.
La pérdida por acciones GAAP de $2.06 y la pérdida básica por acción de $2.75 también reflejan $212 millones de cargos antes de impuestos por los impactos dl conflicto entre Rusia y Ucrania, Boeing registró un flujo de efectivo operativo de $ 3.2 mil millones.
Al igual que otras empresas aeroespaciales, Boeing está lidiando con la escasez en la cadena de suministro, la inflación y las consecuencias de la pandemia del coronavirus y la guerra en Ucrania. “La inflación sigue golpeando duramente todo lo que hacemos”, dijo Calhoun a los analistas.

Boeing planea continuar con producción del Dreamliner
Por otro lado, Boeing comentó que presentó un plan de certificación a los reguladores de seguridad aérea de Estados Unidos, en un paso más hacia la reanudación de las entregas de su 787 Dreamliner, detenidas durante casi un año por inspecciones y reparaciones, un dolor de cabeza industrial que costó unos 5,500 millones de dólares.
El Dreamliner de doble pasillo, junto con el 737 MAX, son vitales para la salud financiera de Boeing, que está tratando de recuperarse de sucesivas crisis. La firma ha estado produciendo los Dreamliner a un ritmo bajo mientras realiza inspecciones y reparaciones de defectos estructurales en medio de un intenso escrutinio regulatorio.
“Aumentamos la producción y las entregas del 737 MAX y logramos un progreso importante en el 787 al presentar nuestro plan de certificación a la FAA. A pesar de las presiones sobre nuestros programas de desarrollo comercial y de defensa(…) estamos enfocados en nuestro desempeño mientras trabajamos a través de los requisitos de certificación y maduramos varios programas clave para la producción”, expresó Dave Calhoun, Presidente y Director ejecutivo de Boeing.
Sin embargo, la empresa no especificó cuándo reanudaría las entregas del Dreamliner.
Con información de Reuters.