Según expertos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), la zona de Acapulco es especialmente vulnerable a los ciclones tropicales debido a una combinación de factores geográficos y climáticos. Las cálidas aguas del Pacífico, la Zona de Convergencia Intertropical y la frecuente presencia de ondas tropicales crean un ambiente propicio para la formación y intensificación de estos sistemas meteorológicos.
Acapulco, uno de los destinos turísticos más importantes de México, ha sufrido en los últimos meses los embates de dos poderosos huracanes: “Otis” y “John” . Estos fenómenos naturales han dejado a su paso una estela de destrucción, pérdidas económicas millonarias y un llamado urgente a replantear las estrategias de desarrollo urbano y la gestión de riesgos en la región.
¿Cómo se comporta un “nido” de ciclones?
Alejandro Jaramillo, investigador del ICAyCC , explica que la región se comporta como un “nido” de ciclones, donde las condiciones son ideales para su desarrollo. “La presencia de aguas superficiales muy cálidas proporciona una fuente abundante de energía que alimenta a los ciclones, permitiendo que crezcan e intensifiquen”, señala el especialista.
Más allá del viento: el peligro de las lluvias
Si bien la categoría de un huracán es un indicador importante de su intensidad, no es el único factor a considerar. Las lluvias torrenciales asociadas a estos sistemas pueden causar inundaciones, deslizamientos de tierra y otros daños significativos.
“John fue un claro ejemplo de cómo las lluvias intensas pueden causar estragos”, afirma Jaramillo. “Acapulco nuevamente demostró ser vulnerable a los riesgos asociados a los ciclones tropicales , no solo a aquellos de alta intensidad”.
Urbanización descontrolada y vulnerabilidad
La urbanización descontrolada en Acapulco ha agravado los problemas derivados de los fenómenos naturales. La construcción en zonas de alto riesgo , como laderas y humedales, ha aumentado la vulnerabilidad de la ciudad ante inundaciones y deslizamientos.
Naxhelli Ruiz Rivera, investigadora del Instituto de Geografía, señala que la falta de planificación urbana y la ocupación de zonas naturales han contribuido a aumentar el riesgo. “Acapulco creció de manera desordenada, ocupando áreas que antes eran protegidas por ecosistemas como los manglares. Estos ecosistemas desempeñaban un papel fundamental en la protección contra inundaciones y tormentas”, explica la experta.
Desplazamiento climático y futuro incierto
Los recurrentes eventos climáticos extremos están obligando a muchas personas a abandonar sus hogares en busca de lugares más seguros. Según datos de Naciones Unidas, millones de personas en todo el mundo se ven desplazadas cada año debido a desastres relacionados con el clima.
En Acapulco, la situación no es diferente. Muchos habitantes han perdido sus hogares y sus medios de vida a causa de los huracanes Otis y John. La investigadora Naxhelli Ruiz Rivera advierte que esta situación podría generar una nueva ola de desplazados internos.
