Uno de los factores para tener una mala calidad del sueño es el aburrimiento, pues esta condición lleva a la procrastinación a la hora de dormir, es decir, se pospone el momento de irnos a la cama, reveló un estudio.
“Acostarse más tarde de lo previsto tiene que ver con una baja autorregulación, ya que los que postergan este momento, responden mejor a las distracciones. Uno de los motivos podría ser que después de un largo día de trabajo, los recursos para la autorregulación son insuficientes”, explicó el doctor Ai Ni Teoh, autor del trabajo.
Alrededor del mundo, millones de personas han sido afectadas por la coronasomnia, es decir, los problemas de sueño relacionados con la pandemia de Covid-19. Ahora, el estudio mostró que alguien aburrido también puede tener dificultades para conciliar el sueño.
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Como parte de este trabajo se analizó un modelo que vinculaba la mala calidad del sueño, el aburrimiento y la falta de atención que aparece cuando se pospone la hora de ir a la cama.
Los resultados confirmaron que “el hecho de dormir menos horas y haber estado mirando la tele, los celulares o las nuevas tecnologías, altera la calidad del sueño”, mencionó Francesca Cañellas, psiquiatra del Grupo de Trabajo de Insomnio de la Sociedad Española del Sueño (SES).
Aburrimiento y cronotipo de cada persona, factores relacionados con la calidad del sueño
Según el estudio, en el sueño no solo influye el aburrimiento, un buen descanso también depende del cronotipo de cada persona, es decir, la predisposición natural para experimentar picos de energía o momentos de descanso a ciertas horas del día.
“Hay personas matutinas que se acuestan pronto y se levantan antes, esto les sienta bien. Existen otras que son vespertinas que si pueden acostarse y levantarse tarde, también funcionan. El problema de las vespertinas es que suelen acostarse tarde y duermen menos debido a los horarios socialmente impuestos, por lo que están cansados”, puntualizó Cañellas.
La especialista detalló que después de un día de trabajo, además de estar aburrido, alguien puede sentirse agotado, por lo que prefiere hacer actividades pasivas antes de dormir, como sentarse a ver televisión, lo que retrasa el momento de conciliar el sueño.
“Muchas veces, tras una jornada larga, cenas un poco y te sientas en la tele porque es tu forma de desconectarte. Estás tan cansado que tendrías que levantarte e irte a dormir, pero no consigues hacerlo por el agotamiento”, añadió Francesca Cañellas.
Cuando alguien está aburrido antes de irse a dormir, suele recurrir a prácticas como distraerse en las redes sociales; sin embargo, esto solo retrasa la hora del sueño y provoca que al día siguiente, la persona se levante más cansada, encontró el estudio.
La especialista aseguró que el aburrimiento produce una activación cortical que nos hace buscar algo de interés, con lo que se pospone la hora de dormir. “A la mañana siguiente, te levantas más cansado, este círculo vicioso puede explicar la mala calidad del sueño”, agregó.
Además, el aburrimiento, cuando se deriva del cansancio y la incapacidad para concentrarse, podría provocar que aparezcan emociones como la apatía, ansiedad, tristeza y preocupación.
Joselin Miranda, psicóloga sanitaria en Center psicología clínica, indicó que cuando alguien está aburrido, busca algo para salir de esa condición; sin embargo, algunas actividades a las que recurre provocan que ese estado se mantenga y como consecuencia, el sueño puede verse afectado.
Para disminuir el aburrimiento por las noches se necesitan conductas de regulación, entre ellas, mantener horarios estables, llevar a cabo rituales adecuados como desconectar los celulares al menos una hora antes de acostarse y evitar hábitos tóxicos como fumar.
“Existen algunas prácticas de focalización atencional que, como efecto colateral, consiguen rebajar el estado de ansiedad general de una persona y, en consecuencia, mejoran la calidad del sueño”, concluyó Cañellas.
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