¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas mayores tienen un olor característico? Ese aroma conocido como “olor a viejo”, que muchos asociamos con la edad, no es solo una percepción. La ciencia ha desvelado el misterio detrás de esto y te sorprenderá saber a partir de qué edad comienza a manifestarse.
¿Por qué se da el “olor a viejo”?
¡Lo dice la ciencia! De acuerdo con José María Antón, investigador en biotecnología para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el “olor a viejo”, también conocido como “olor a anciano”, es un fenómeno que se produce debido a la oxidación de los ácidos grasos insaturados omega-7 presentes en la piel.
El principal culpable también es una molécula llamada 2-nonenal. Esta sustancia se produce de forma natural en la piel cuando los ácidos grasos insaturados se oxidan. A medida que envejecemos, nuestra piel experimenta cambios en su composición y se vuelve más susceptible a esta oxidación, lo que resulta en un aumento de la producción de 2-nonenal.
Aunque a menudo se relaciona erróneamente con la falta de higiene, el experto del CSIC aclara que este aroma es un resultado natural del envejecimiento y no necesariamente indica descuido personal. Factores como el estrés, una dieta inadecuada y cambios hormonales también pueden acelerar su aparición; sin embargo, esto no se trata más que de un fenómeno químico que refleja los cambios fisiológicos del cuerpo humano a medida que envejece.
¿Cuándo empieza uno a oler a “viejito”?
El fenómeno conocido como “olor a viejito” u “olor a anciano” comienza a manifestarse de manera natural a partir de los 30 años, aunque su intensidad y percepción pueden variar dependiendo de cada persona. Pues a medida que envejecemos, la producción de estos ácidos grasos disminuye y se altera su composición, lo que lleva a la formación de compuestos volátiles, que son los responsables del aroma característico que se asocia con las personas mayores y se describe combinado como un olor rancio y agrio, similar al de frutas pasadas.