Trump deporta a pandilleros del Tren de Aragua a la megacárcel de El Salvador
Estados Unidos deportó a 238 miembros del Tren de Aragua a El Salvador. Trump usó la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsarlos. Así fue su llegada.
En un giro radical en la política migratoria de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ordenó la deportación de 238 presuntos miembros del Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales más temidas de América Latina. Los sujetos fueron trasladados directamente a la megacárcel de El Salvador, conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una de las prisiones más seguras y estrictas del mundo.
Para lograrlo, el gobierno de Trump recurrió a la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa que no se usaba desde la Segunda Guerra Mundial, para agilizar la expulsión de estos individuos. Aunque un juez federal intentó suspender la medida, la deportación ya estaba en marcha.
Bukele recibe a los pandilleros deportados
A su llegada a El Salvador, los deportados fueron sometidos a un estricto protocolo de ingreso. Fueron obligados a arrodillarse, rapados y trasladados bajo fuerte custodia a sus celdas, donde cumplirán su condena en condiciones de máxima seguridad.
El presidente Nayib Bukele, reconocido por su política de mano dura contra el crimen, defendió la decisión de albergar a estos reclusos en la megacárcel:
“Si los organismos internacionales tanto los quieren, se los entregamos al 2x1”, afirmó en un mensaje desafiante.
¿Por qué Trump deportó al Tren de Aragua a El Salvador?
La decisión de enviar a estos individuos a El Salvador responde a una estrategia de cooperación con el gobierno salvadoreño y a la imposibilidad de mantenerlos en territorio estadounidense. Trump ha reiterado que su prioridad es proteger a los ciudadanos de Estados Unidos y evitar que grupos criminales continúen operando dentro del país.
Además, Estados Unidos pagará aproximadamente 6 millones de dólares anuales a El Salvador por los costos del encarcelamiento de estos sujetos, en un acuerdo similar al que el gobierno de Bukele ha implementado con otros países para reforzar su política de seguridad.
El impacto de la medida en la política de seguridad de El Salvador
La llegada de estos 238 reclusos supone un nuevo desafío para El Salvador, un país que ha logrado reducir drásticamente los índices de criminalidad en los últimos años. Sin embargo, Bukele ha dejado claro que su gobierno no permitirá que el crimen vuelva a tomar el control.
Este tipo de medidas refuerzan el mensaje de tolerancia cero hacia las pandillas y el crimen organizado. Tanto Trump como Bukele han demostrado que no están dispuestos a negociar con delincuentes, enviando un mensaje contundente a otros grupos criminales que operan en la región.
