La velocista Krystsina Tsinmanouskaya quien asistió a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, a través de sus redes sociales, solicitó ayuda luego de que la intentaron deportar de manera forzada, por lo que ella expresó que en ese momento sintió que sería como un “secuestro”.
Compartió un video que ha circulado en las redes, donde le pide al Comité Olímpico Internacional (COI) que la auxilien porque la quieren sacar del país. Estas fueron sus palabras:
“Le estoy pidiendo ayuda al COI, me han presionado y están tratando de sacarme del país sin mi consentimiento, así que pido que el Comité intervenga”, comentó la bielorrusa.
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Tsinmanouskaya competiría este lunes en la carrera de 200 metros planos. Previo a ello se quejó de sentirse obligada por el gobierno de su país a participar en otra prueba luego de que su compatriota no saliera negativa en el control antidopaje.
“No tengo miedo de que me echen de la selección nacional, temo que en Bielorrusia me puedan encarcelar. Los funcionarios dicen que la orden de deshacerse de mí, vino de arriba”, agregó la velocista.
#Belarus It’s been reported that Kryscina Tsimanouskaya, who publicly criticized the regime and sports officials, is being sent from Tokyo back to Belarus. Apparently, representatives of the Belarusian national team took her to the airport. It looks like kidnapping pic.twitter.com/led3PfncEQ
— Hanna Liubakova (@HannaLiubakova) August 1, 2021
Se ha informado que Krystsina Tsimanouskaya, quien criticó públicamente al régimen y a los funcionarios deportivos, está siendo enviada desde Tokio de regreso a Bielorrusia. Al parecer, representantes de la selección bielorrusa la llevaron al aeropuerto. Parece un secuestro
A esto, la líder de oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya afirmó que ninún atleta de su país puede sentirse a salvo con los intentos que ha tenido el actual presidente Alexandr Lukanshenko contra Krystsina Tsinmanouskaya.
La televisión estatal de Bielorrusia dijo que Tsimanouskaya carecía de espíritu de equipo y que las autoridades de Minsk le ordenaron volver desde Japón debido a su estado emocional y psicológico.
Al llegar al aeropuerto de Tokyo, la atleta reclamó la protección de la policía japonesa, que la tomó bajo su custodia, y declaró sentirse segura a partir de ese momento.
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Este domingo la bielorrusa ofreció una entrevista en el aeropuerto donde aseguró que no tenía problemas de salud y que se encontraba en excelentes condiciones a pesar de todo lo que estaba pasando por no quedarse callada.
Además comentó que aún no la ha visto ningún médico, que ni uno se ha acercado para comprobar lo que dice la televisión estatal de Bielorrusia.