En una noche que quedará marcada en la historia del boxeo y del streaming, la pelea entre Jake Paul y Mike Tyson, transmitida en exclusiva por una plataforma, superó todas las expectativas. Según datos oficiales de la misma, 60 millones de hogares en todo el mundo sintonizaron para presenciar este épico enfrentamiento.
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La plataforma de streaming Netflix destacó que el pico de audiencia fue de 65 millones de transmisiones simultáneas, lo que demuestra el enorme interés que generó este combate. Y no solo eso, pues la pelea previa entre Katie Taylor y Amanda Serrano también congregó a 50 millones de espectadores.
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Con esta cifra récord, la plataforma reafirma su posición como un nuevo protagonista del boxeo a nivel mundial. La apuesta de la plataforma por los eventos deportivos en vivo ha sido un rotundo éxito, y con dos partidos de la NFL en puerta, prometen seguir sorprendiendo a sus suscriptores.
Problemas técnicos ensombrecen la pelea Jake Paul y Mike Tyson
Sin embargo, no todo fue color de rosa. Numerosos usuarios reportaron problemas de imagen y conexión durante la transmisión, lo que generó molestia entre los fanáticos del boxeo. A pesar de estos inconvenientes, la expectación de la pelea logró superar cualquier contratiempo técnico.
La pelea entre Jake Paul y Mike Tyson ha marcado un nuevo capítulo en la historia del boxeo. La combinación de la figura legendaria de Tyson con la irreverencia de Paul ha demostrado que este deporte sigue siendo capaz de generar grandes audiencias y emociones.
Resultado de la pelea Jake Paul y Mike Tyson
Desde el primer campanazo, la tensión era palpable. Tyson, con su experiencia y aura de invincibilidad, buscaba demostrar que aún le quedaba mucho boxeo en sus puños. Por su parte, Paul, con su juventud y agilidad, salió decidido a dar la sorpresa.
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Los primeros rounds fueron un estudio de estilos. Tyson, más lento pero con golpes demoledores, buscaba conectar con su característico uppercut. Paul, más rápido y técnico, movía la cabeza y buscaba contragolpear. La diferencia de edad era evidente.
A medida que avanzaba la pelea, el cansancio comenzó a hacer mella en Tyson. Paul, aprovechando su condición física, aumentó la intensidad y comenzó a conectar golpes más claros. A pesar de los esfuerzos del excampeón, la juventud y la preparación física de Paul fueron determinantes.
Al final de los ocho rounds, los jueces dictaminaron una clara victoria a favor de Jake Paul. El público, dividido entre los que apoyaban a la leyenda y los que creían en la nueva generación, estalló en aplausos.
