El golfista estadounidense Tiger Woods habló por primera vez sobre su proceso de rehabilitación tras el grave accidente automovilístico que sufrió el pasado febrero, y admitió que estaba siendo el más duro y doloroso de todos los que le ha tocado superar por las lesiones.
En entrevista concedida a Golf Digest, la primera desde que sufrió el accidente a las afueras de Los Ángeles el 23 de febrero, señaló que “todo ha sido diferente”. El ganador de 15 Majors recuerda que conoce a la perfección los procesos de rehabilitación que se viven con las lesiones, pero ninguno había sido tan doloroso como lo que le ha tocado experimentar ahora tras el accidente.
Woods no respondió a la pregunta concreta sobre si en el futuro inmediato espera volver a la competición activa. El accidente sufrido por Tiger llegó mientras se estaba recuperando de una operación de espalda a la que fue sometido el pasado 23 de diciembre, su quinta intervención quirúrgica en la misma zona del cuerpo, que ya le había generado dudas de haber podido competir en el Masters.
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Ahora el gran reto es superar las graves lesiones que le dejó el accidente automovilístico en la pierna derecha, la más afectada. Mientras, las autoridades del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, concluyeron que Tiger iba con exceso de velocidad cuando cruzó al carril contrario de la carretera y finalmente chocó contra un árbol a una velocidad superior a 112 kilómetros por hora, el doble de los establecido.
Las lesiones reveladas por los médicos del Centro Médico Harbor-UCLA, donde primero fue atendido, las diagnosticaron como fracturas abiertas en la tibia y el peroné de la pierna derecha, las cuales requirieron cirugía inmediata.
Posteriormente, fue transferido a otro hospital de Los Ángeles antes de que pudiera ser dado de alta y regresara a su casa del Sur de la Florida, el pasado marzo, para continuar con la rehabilitación.
Desde entonces, Tiger Woods solamente ha publicado una foto, el pasado 23 de abril, en la que aparece con muletas y una escayola en la parte inferior de la pierna derecha mientras estaba con su perro en su patio trasero. Otra foto apareció la semana pasada con él sin la escayola, pero con un calcetín de compresión en la pierna.
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“Mi fisioterapia me ha mantenido ocupado. Hago mis rutinas todos los días y estoy concentrado en mi objetivo número uno en este momento: caminar por mi cuenta. Dando un paso a la vez”, comentó Woods.
“El Tigre” sabe más que nadie de procesos de rehabilitación dado que no solo ha tenido que superar las operaciones de espalda, sino que también le realizaron otras cinco de rodilla, incluida una en la que tuvieron que hacerle una reconstrucción completa del ligamento cruzado anterior que le costó perderse nueve meses de competición.
Tiger Woods, de 45 años y ganador de 82 torneos del PGA TOUR, también reconoció que el apoyo recibido dentro y fuera del golf ha sido “increíble” y de una gran ayuda.