En todos los Juegos Olímpicos no hay nada escrito. Por más favoritos a medalla que existan antes de la competencia, siempre hay espacio para las sorpresas, y en Tokyo 2020 no será la excepción.
Para la delegación mexicana, las expectativas estarán en deportes que anteriormente han dado éxitos, como lo son clavados, taekwondo, boxeo o recientemente tiro con arco.
Sin embargo, nunca se debe descartar a otras disciplinas que pasan fuera del radar de posibilidad de presea, como en Río 2016, cuando el atleta Ismael Hernández ganó el bronce en Pentatlón Moderno, en un hecho inédito para un mexicano en esta prueba.
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Para estos Juegos Olímpicos, hay algunos nombres que hay que tener en cuenta para dar la campanada. Tal es el caso de la luchadora jalisciense Jane Valencia, en la categoría de 57 kilogramos, quien a pesar de las adversidades ha demostrado que puede medirse ante las mejores del mundo.
Otra representante de una disciplina sin tantos reflectores, es Dafne Navarro en la modalidad de gimnasia de Trampolín, que de por sí ya es un boleto histórico para México. Además viene de competir y estar entre las mejores 11 de la Copa del Mundo de la especialidad.
El softbol, futbol e incluso en el atletismo puede haber sorpresas para México
En lo colectivo, existen esperanzas con el equipo mexicano de Softbol, que logró una inédita clasificación a Tokyo 2020, gracias a un crecimiento muy destacado en los últimos años. Además, ya ha probado poder ganarle a las grandes potencias y que el certamen es de muy pocos equipos.
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En este mismo sentido, la Selección Olímpica de Futbol entra en esta categoría, ya que el mismo técnico Jaime Lozano ha señalado que no son favoritos para ganar una medalla, pero que nada está escrito cuando ruede el balón.
Finalmente, en el atletismo se puede estar al pendiente de que alguno de los seleccionados tenga una participación destacada. Lo mismo para disciplinas como el ciclismo o en el golf, que aunque hay mucha calidad en los mexicanos, la competencia es durísima.
